En los aeropuertos de Estados Unidos un error informático ha desatado el caos. Un fallo en el sistema de la Agencia Federal de Aviación envió accidentalmente una orden de no despegar a todos los aviones que tenían previsto salir. Los pilotos tienen que consultar los NOTAM o avisos aéreos antes de cada vuelo por posibles problemas en la pista o impactos adversos, y en esta ocasión todos recibieron el mismo mensaje: una orden de no despegar. Alrededor de las nueve de la mañana se conseguía levantar el aviso, pero ya era muy tarde. Media hora después 800 vuelos cancelados y más de 4.300 con retraso, unas cifras que posiblemente seguirán creciendo durante todo el día. Algunos viajeros afectados se lo tomaban con humor. “Deberían presionar control-alt-delete”. Otros no tanto: “Estoy muy frustrado”. La resignación es lo que queda para la mayoría. “Voy a aceptarlo, tengo mi teléfono y mi cargador. Simplemente esperaré". El presidente Biden ya ha ordenado al Departamento de Transportes que se lleve a cabo una investigación para conocer la causa del error informático, aunque las autoridades estadounidenses ya descartan que el fallo venga derivado de un ciberataque.