El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha avisado desde el principio de su discurso que no va a entrar en el tono provocador de Abascal y, en tono sosegado, ha reprochado al líder de Vox: "No ha habido ninguna propuesta en su intervención. Bueno, cómo tienen que ir sus señorías vestidos. Luego dirá que Vox no es fascismo, es estilismo. Señor candidato, sabe que no tiene la menor posibilidad de obtener la confianza mayoritaria. Por el tono bronco y lo inquietante del contenido expuesto no parece que le interese mucho obtener la confianza de la cámara. La pregunta que hemos escuchado durante horas es si esta iniciativa no pretende sustituir al Gobierno, ¿qué es lo que hacemos aquí? Hay quien dice que se dirige contra el PP, para ocupar el espacio de la derecha. Tal vez, lo ignoro. Otros dicen que convertir al Parlamento en un gran plató es su fin último, con usted como protagonista. Hemos asistido a un despliegue de propaganda que no beneficia a la nación que dice defender, sino a sembrar la discordia y a distraer energías", ha afirmado.