Apenas unos metros y un cordón policial separan a los dos bandos. A un lado los seguidores de Vox, al otro los llamados grupos antifascistas. Gritos e insultos entre ambos. La tensión va creciendo y estalla cuando Santiago Abascal sube al estrado. A partir de ahí empiezan los altercados. La policía carga contra los antifascistas que han lanzado piedras y palos a los agentes y a los asistentes al acto de Vox. Tras los primeros enfrentamientos un policía y un manifestante están heridos. Los violentos siguen lanzando piedras y la policía vuelve a cargar y se producen detenciones. Los agentes cargan sólo contra un grupo violento de los que protestan contra Vox. Otros mantienen su concentración pacífica mientras los dirigentes de Vox siguen con sus discursos. Santiago Abascal enseña las piedras que les han lanzado y aprovecha para arremeter contra el gobierno. El acto termina, las cargas cesan, pero casi nadie se mueve de la plaza. Ni a un lado ni al otro, separados por la policía.