No es la vuelta a la normalidad, pero se le acerca mucho. Primera cena de gala desde febrero de 2019 en honor al presidente de Corea del Sur y su esposa. La adaptación a estos nuevos tiempos es visible. La tradicional mesa alargada ha sido sustituida por mesas redondas en las que se puede mantener las medidas de seguridad sanitarias. También ha sido necesario reducir el número de invitados a 70. Y la inclinación de cabezas, con sus inseparables mascarillas han sustituido a los tradicionales saludos. Ni qué decir del formal besamanos.

La visita de Estado Moon Jae In ha estado rodeada del habitual protocolo. Madrid le ha entregado sus llaves y el alcalde de la ciudad su bienvenida.

Antes, recepción con honores militares en el Palacio Real. Las medidas se seguridad, otra vez, han obligado a reducir sensiblemente el número de participantes en un desfile que poco a poco nos devuelve a la ansiada normalidad.