Lo estaban deseando, por muchos motivos, los pequeños, sus padres y hasta los abuelos. Quitarse la mascarilla aunque sea un momento durante el recreo. Todos cansados de una medida que han llevado encima desde el curso anterior y que ahora se elimina con una mejor situación epidemiológica. Aunque hay quien preferiría seguir más protegido, sobre todo, los profesores, a los que se les acumula el trabajo y el peligro en el recreo. Aun así el tremendo esfuerzo de los niños se verá recompensado el jueves a la hora del recreo. Medida que han soportado y con la que se han protegido, con una nota de sobresaliente.