La sede de la Comisión Europea parece que arde, pero el fuego en realidad está en la Amazonia. Con esta acción, activistas de Greenpeace han querido llamar la atención sobre la deforestación en el pulmón del planeta. Han colgado un gran cartel en el edificio señalando a Europa como culpable, lema repetido en diferentes idiomas, entre ellos el español, en sendas pancartas a pie de calle. Como europeos somos responsables al consumir productos cárnicos, lácteos, soja o aceite de palma, denuncia una representante de Greenpeace. La organización ecologista lamenta el acuerdo firmado entre la Unión Europea y Mercosur, a punto de entrar en vigor, y que supondrá, según denuncia, la continuación de la deforestación en la Amazonia. Con bengalas, cuyo humo simboliza los fuegos en la zona, y la acción de sus escaladores, Greenpeace ha buscado esta vez tocar el corazón de Europa.