Vuelve el sonido de las maletas y el bullicio a los pueblos limítrofes con Madrid. Hostales y casas rurales rozan el completo este fin de semana. En las terrazas, no dan abasto, todo un revulsivo para los negocios de la zona. Toca también la puesta a punto de las segundas residencias, tras más de 6 meses vacías. Vuelve la vida a los pueblos, pero con la máxima precaución para que esta imagen se mantenga en el tiempo.