Destellos de humo fucsia cubren el cielo de La Palma. Desde más cerca se distingue el perfil incandescente que va creando el frente de lava. La anchura de casi medio kilómetro avanza a velocidad desigual.

Se observa una zona de edificaciones ilesas todavía pero amenazadas por el muro que avanza más lentamente. La lava va incendiando y devorando zonas de bosque y todos los caminos. Se aprecia también una línea de fuego muy cerca de una edificación, pero no la toca. Pocos minutos después se ven algunas rocas desprenderse del muro de lava y arder en el lateral de la casa. Todo transcurre así, lenta pero inexorablemente.

El giro de dron nos permite divisar la zona hacia la que se dirige la lava. Busca el mar, que ya se divisa en lontananza. 

Entre medias queda el barrio de Todoque, la última zona poblada antes de llegar al océano. A la una y media de la tarde el vuelo de otro dron nos muestra la vanguardia de la colada muy cerca ya de otras edificaciones y de la carretera por la que aún circulan algunos vehículos.