Narra la historia basada en hechos reales del corredor de bolsa neoyorquino Jordan Belfort. Empezando por el sueño americano hasta llegar a la codicia corporativa a finales de los 80, Belfort pasa de las acciones especulativas y la honradez al lanzamiento indiscriminado de empresas en bolsa y a la corrupción. Su enorme éxito y fortuna cuando tenía poco más de 20 años como fundador de la agencia bursátil Belfort le valió el mote de Lobo de Wall Street. Las tentaciones abundaban en forma de dinero, poder, mujeres y drogas. El temor a la ley era irrelevante. Jordan y su manada de lobos consideraban que la discreción era una cualidad anticuada y nunca se conformaban con lo que tenían.