Antes del proceso de urbanización de Campoamor, en los años 70, en la desembocadura del río Nacimiento de Orihuela Costa, en la playa de La Glea, se formaba una albufera alimentada por el agua de la rambla. Se mantenía durante casi todo el año. Un cordón dunar entre la playa y el cauce, ahora desaparecido, separaba esa pequeña laguna del litoral y al mismo tiempo impedía que la rambla evacuara toda el agua de escorrentía en la playa.

Ahora, cada vez que se producen lluvias moderadas o fuertes, sin el efecto de evacuación de la carretera arrasada por la DANA de 2019, el espacio recupera parte de su estado natural durante unas semanas, también dando cobijo a las aves, como se observa en este vídeo. En esta zona, y en la cabecera de la rambla, se han registrado en torno a cien litros por metro cuadrado durante el mes de marzo.