El belga Sander Armée (Lotto-Soudal) se ganó el jubileo con una victoria en solitario en la decimoctava etapa de la Vuelta a España, entre Suances y Santo Toribio de Liébana, de 169 kilómetros, en la que el británico Chris Froome (Sky) reforzó el maillot rojo de líder con una arrancada final y Alberto Contador se quedó a 1.17 minutos del podio.

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Si Denifl sorprendió en Los Machucos, el 'anónimo' Armée, de 31 años, mostró una fortaleza descomunal para rubricar en lugar santo una victoria divina, la primera en el World Tour, a lo grande, en solitario y tras una exhibición en el último kilómetro.

Levantó los brazos en 4h.09.39, con 31 segundos de adelanto sobre el kazajo Alexey Lutsenko (Astana) y 47 respecto al italiano Giovanni Visconti (Bahrain), supervivientes de la fuga del día.

En el grupo de favoritos, lejos del vencedor, se quemó la traca dentro del último kilómetro. Aru se adelantó en unos segundos, pero el interés lo despertó Froome con un ataque al que respondió Contador, empeñado en animar la Vuelta hasta el último metro.

Ambos arañaron 4 segundos a Zakarin y Kelderman y 21 a Nibali, que volvió a dar un paso atrás en la general en beneficio del cuádruple ganador del Tour y aspirante a su primera Vuelta.

Froome, dañado en Los Machucos por su esfuerzo en la crono, apareció al final. Un golpe de orgullo, un "aquí estoy yo" para dejar claro que sigue siendo un líder sólido. Alejó a Nibali a 1.37 minutos y al holandés Wilco Kelderman (Sunweb) a 2.17. En la lucha por el podio aparece el ruso Ilnur Zakarin (Katusha) a 2.29 y Alberto Contador a 3.34, o sea, a 1.17 del podio.

El reloj de Logroño hizo estragos en el pelotón y Los Machucos terminó de tostar las piernas de los gladiadores del asfalto. Pocas ganas de batallar entre los favoritos, pendientes de que se formara una fuga que les dejara tranquilos, persiguiendo a ritmo. Pero Contador no se está quieto, está dispuesto a morir matando y lo seguirá intentando sin tregua.

Se formó la aventura tras un comienzo rápido donde se cubrieron 46,5 kilómetros en la primera hora. Al frente una expedición numerosa de 20 hombres, el más peligroso Sergio Pardilla (Caja Rural), a 20 minutos en la general. Licencia para la aventura.

El tránsito entre la costera Suances y Santo Toribio, que celebra el Año Liebaniego, ofrecía una mitad de llano y repechos y los últimos 65 kilómetros con cuatro puertos. Para empezar la Collada de Carmona (3a, 4.8 kms al 7.2), donde pasó al frente de la escapada José Joaquín Rojas con 13 minutos de adelanto sobre el pelotón.

Puertos entrelazados en el rompepiernas hasta meta. En la Collada de Ozalba (3a, 6 kms al 6.6) empezó el movimiento en el grupo de favoritos, con el Katusha de Zakarin buscando las cosquillas al Sky y Aru al ataque para reivindicarse en su función de líder, discutida por 'Supermán' López.

Con la mecha encendida llegó el turno de Contador en su eterno e histórico territorio de la Collada de la Hoz (2a, 7 kms al 6), donde el madrileño inició su hazaña en 2012, primero hundiendo al entonces líder Purito Rodríguez y luego cabalgando en solitario hasta Fuente Dé, donde firmó su segunda Vuelta.

Contador volvió a sacar la guadaña. Bailó sobre la bicicleta hasta en 7 ocasiones, a veces aliado con David de la Cruz, pero esta vez no hubo manera de clavar a Froome, en todo momento blindado por sus gregarios.

Guerra de guerrillas en la Collada de la Hoz, sin heridos. Las rencillas quedaron para el ascenso a Santo Toribio de Liébana, donde los franciscanos custodian el 'Lignum Crucis', el trozo de la cruz de Cristo más grande, según la Iglesia católica. ¿Quién se iba a ganar el jubileo?.

A pie de puerto 3,2 kilómetros al 6 por ciento de desnivel llegaron destacados Sander Armée (Lotto-Soudal) y Alexey Lutsenko (Astana). Por detrás intercalado Aru a 9.47 y los gallos aún saliendo del Desfiladero de La Hermida a 11.15. El belga remató la faena con una letal arrancada sin respuesta dentro del último kilómetro.

El Sky marcó la subida en cabeza. El momento Froome, quien efectivamente, cambió de ritmo. Cedió Nibali, pero aguantó Contador, empeñado en hacer sudar al líder. Fueron migajas, pero poco a poco el británico se hace el bocadillo de la victoria.

Contador se dirigió a Froome en meta para felicitarle por esos últimos metros en comandita: "Le dije: tranquilo, que dentro de 3 días dejaré de tocarte los ....".

Pero hasta entonces aún tendrá que sudar el patrón de la Vuelta. Queda el Angliru.

Este viernes, la decimonovena etapa se disputará entre Caso y Gijón con un recorrido de 149,7 kilómetros, jornada de media montaña propicia para emboscadas que incluye cuatro puertos: Alto de la Colladona (1a), Santo Emiliano (3a), Falla de Los Lobos (3a) y San Martín de Huerces (3a). Jornada de nervios y posibles ataques lejanos.