egar la mayor y presentarse como víctima. El ex alcalde de Polop, Juan Cano, declaró ayer durante más de siete horas y media ante la titular del juzgado de Instrucción número dos de Villajoyosa para negar cualquier implicación en el asesinato de su predecesor. Según manifestó, ni participó en reuniones en clubs de alterne para planificar la muerte de Alejandro Ponsoda ni presionó a éste para que dimitiera. Cano insistió en que el crimen se debió a algo derivado de la vida personal del alcalde fallecido y que él ha sido una víctima de una campaña orquestada y de acusaciones injustas. Fuentes consultadas por este diario señalaron que el ex primer edil se mostró psicológicamente entero, sin contradicciones ni titubeos, aunque evidenciaba el desgaste físico por el tiempo pasado en prisión, algo más de dos meses. Cano llegó a decir que, cuando quede en libertad, pediría responsabilidades por el grave daño causado a su imagen, aunque anoche regresó de nuevo a la cárcel de Villena tras el largo interrogatorio.

Juan Cano lleva encarcelado desde el pasado noviembre como presunto autor intelectual del asesinato de Alejandro Ponsoda, que murió en octubre de 2007 al dispararle unos pistoleros en la cabeza cuando llegaba a su casa. Cano dimitió de alcalde tras su arresto, aunque ha mantenido el acta de concejal. En el momento de su detención, la causa estaba declarada secreta, motivo por el que se negó a declarar. Una vez levantado el secreto hace un mes, Cano pidió declarar voluntariamente ante la juez, Maria Antonia Raedo, a fin de contestar a las acusaciones. El ex alcalde acudió ayer acompañado del abogado que le ha asistido hasta ahora, Carlos Ruiz Manero, quien se presentó junto al prestigioso penalista Javier Boix.

Además de la juez, la fiscal y los abogados de Cano, estuvieron presentes durante la declaración el letrado de la acusación particular, Alberto Aliaga, ejercida por las hijas del fallecido; los abogados Alejandro Dapena y Jaume Morales, que defienden a los dos ciudadanos checos detenidos como presuntos autores materiales del crimen; y Jorge Martínez Navas, que representa al empresario polopino arrestado también como inductor. El interrogatorio se desarrolló desde las 10.30 hasta pasadas las 19.30 horas, con un receso de una hora. En sus manifestaciones Cano reiteró lo dicho hasta la fecha, pero nunca ante la juez: que no tiene nada que ver con el crimen y que el verdadero asesino está en libertad.

El ex alcalde fue interrogado sobre su relación con Ponsoda, que definió como "buena" y "cordial", aunque reconoció algunos roces. Cano negó haber tratado de presionar a Ponsoda para que dejara el cargo y minimizó comentarios atribuidos a él, como cuando supuestamente dijo a Ponsoda que quería que dimitiera porque eso le hacía mucha ilusión; así como cuando afirman que aseguró que iba a ser alcalde antes de las fiestas. Para Cano, los comentarios eran en broma y fueron sacados de contexto.

El ex edil aseguró no conocer a los encarcelados como presuntos autores materiales. Y aunque reconoció haber ido al club Mesalina, negó tajantemente que participara en reuniones en el local para contratar un asesinato. Según declaró, a la mayoría del resto de los imputados los ha conocido una vez que ha tenido acceso al contenido del sumario. La principal prueba contra él es la declaración de un testigo protegido a quien presuntamente Cano y otros de los detenidos habrían encargado en primer lugar el asesinato.

Fuentes cercanas al caso señalaron que la defensa estaría tratando de demostrar que Cano estaba fuera de la provincia en las fechas en las que supuestamente se celebraron dichas reuniones, agosto de 2007.