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Moros y Cristianos sin reloj en Villena

Un apretado programa de actos llena las jornadas festivas en Villena

Escuadra Especial del bando moro. Carlos Rodríguez

Villena está preparada para las fiestas en honor a la Virgen de las Virtudes. Las calles se encuentran engalanadas para los desfiles de los Moros y Cristianos, las casas llenas de pastas y dulces para agasajar a los invitados y en más de un local cuelgan los trajes a la espera de que llegue el día 5 por la tarde para poder enfundárselos.

Del 5 al 9 de septiembre, la ciudad y sus vecinos se sumergen en unos días que se cuentan por fecha, el5, el 6, el 7 porque no hay jornadas laborales de lunes, martes o miércoles. La fiesta difumina el calendario del festero. Desfiles como el de la Cabalgata, que finaliza pasadas las 5 de la madrugada, una delgada línea que separa el sol de la luna. Tanto la mañana como la tarde y la noche son para vivirlas con intensidad. Así, cuando se apaga el sonido de las bandas de música es el turno de las verbenas y las salas de fiestas.

En el extenso programa de actos de los festejos villenenses apenas hay espacio para el descanso, los actos se encandenan los unos a los otros.Las comparsas generan sus momentos de convivencia con los aperitivos, los almuerzos u otros actos como las visitas al cementerio, la cena de la Sardina de los Estudiantes, la Alianza con los Cristianos o el Contrabando de los Andaluces.

Catorce comparsas, 7 moras y otras tantas cristianas conforman ambos bandos. Y todas ellas se batirán en el castillo de la Atalaya, primero el 6 de septiembre por la tarde y, más tarde, el 8 por la mañana para conseguir ser dueñas de la plaza. Pero, más que la batalla, en Villena prima la fiesta, cargada de desfiles, el 5 la Entrada; el 6 la Cabalgata y el 9 el de Nuevos Capitanes, Alféreces y Madrinas. En ellos participan más de 12.000 personas entre festeros, boatos y músicos. La Junta Central de Fiestas ha contabilizado que en estos desfiles llegan a participan cerca de 2.000 musicos.

También, en las fiestas patronales se deja hueco para los actos que se le dedican a la Virgen de las Virtudes, Además de los estrictamente religiosos como la misas mayores en la que participa una representación de los festeros, la Ofrenda y la Procesión son los dedicados a la patrona de la ciudad, que el pasado 30 de septiembre se trasladó del santuario a la ciudad, acompañada por más de 25.000 romeros, no sólo vecinos de la ciudad sino de otros municipios colindantes.

Un día especial

Para definir qué significa el primer día en la ciudad, sólo hace falta una frase, «el día 5 es el día 5» y en ella se encierra todo el sentimiento festero en una jornada intensa en emociones.

El día del Pregón y la Entrada es una de las jornadas mágicas para un festero. Después de escuchar a las doce desde el balcón del Ayuntamiento el pregón, las tribunas se llenan, por primera vez, esperando el paso de las madrinas, capitanes y alféreces al frente de las bandas de música oficiales de cada comparsa.

A las cuatro de la tarde. Villena vive el arranque de la Banda Municipal de Música en la calle Nueva. A lo largo del recorrido interpretaran el pasodoble de Quintín Esquembre, «La Entrada». La partitura se ha tocado en este día y a esta hora durante 5o años de forma ininterrumpida. Con este motivo, el nieto del compositor local visitará la ciudad para escuchar por la BMM, el pasodoble que hizo famoso a su abuelo, no sólo en Villena, sino también cualquier plaza de toros de España. Después, el bando moro tomará las calles de la ciudad.

Tras él, los días pasan de forma inexorable sin poderlos frenar, a pesar de que durante todo un año se ha trabajado desde las directivas y la Junta Central de Fiestas para que sean perfectos. Pero las horas transcurren rápidas y el día 9 de septiembre llegará ofreciendo en su último desfile, las lágrimas de unos cargos que saben que en unas horas finalizan un año cargado de diversión y fiestas y la alegría de quienes lo comienzan.

Así, la rueda del calendario festero gira como lo hace la comparsa de Moros Nuevos y su famoso «caracol» en la plaza de Santiago al son de pasodoble de Alberto Pardo Caturla «Día 4 que Fuera».

En las fiestas de 2015 brillarán con especial intensidad muchas de las escuadras especiales femeninas, que celebran su 25 aniversario participando en las fiestas. Asimismo, también las socias de los Moros Nuevos celebraran sus 25 años dentro de las filas de esta veterana comparsa.

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