Llega avalada por un excelente reparto encabezado por las ganadoras del Óscar Charlize Theron y Nicole Kidman y en el que figuran también nombres de la talla de John Lithgow, Margot Robbie y el veterano Malcolm McDowell y está basado en un escandalo real. Se trata de la explosiva historia de las mujeres que hundieron al hombre que ayudó a crear el imperio mediático más poderoso y controvertido de todos los tiempos, Fox News. Pero la película también es en esencia un estimulante retrato de cómo el valor se fragua sobre la marcha, cuando tres mujeres muy diferentes deciden luchar contra el abuso de poder desenfrenado.
El director es Jay Roach, que comenzó su actividad en la comedia, con los tres largometrajes sobre Austin Powers y con títulos entretenidos pero sin demasiados alicientes, como Los padres de ella y En campaña todo vale. Un cineasta que sorprendió a propios y extraños en 2018 con Trumbo. La lista negra de Hollywood, el espléndido biopic sobre el guionista Dalton Trumbo. En El escándalo, eRoach mantiene la línea que tantos elogios mereció en Trumbo, atacando uno de los flancos ideológicos más firmes del republicanismo estadounidense. En la cinta nadie se podría haber imaginado que uno de los primeros ataques para poner fin a la larga historia del acoso laboral provendría del lugar más insospechado: del seno de la cadena de noticias sumamente conservadora y profundamente fiel al partido republicano Fox News. Sin embargo, como el mundo no tardaría en comprobar, no se trataba de un asunto de derechas, izquierdas o centro, sino de reparar un largo legado de agravios.
Fue Gretchen Carlson, la presentadora de influyente programa matutino Fox & Friends, la que prendió la mecha, presentando una emanda por acoso sexual contra el fundador de Fox News, Roger Ailes. La mayoría esperaba que Carlson acabara aplastada. Al fin y al cabo, Ailes era el amo intocable del universo de los medios, siempre preparado para utilizar su influencia y sus recursos para acabar con cualquier posible enemigo. En vez de eso, lo que sucedió tuvo repercusiones en todo el mundo.
En tan solo 16 días desenfrenados, Ailes sufriría una de las caídas más vertiginosas desde lo más alto de la élite de la historia corporativa. Ni siquiera él pudo sobrevivir a la fuerza combinada de múltiples mujeres, cada una de ellas con su propia historia, lo que incluía a la corresponsal estrella de Fox News, Megyn Kelly.
Pero nunca se trató de una cuestión exclusiva de las mujeres de Fox. Lo que sucedió en esas dos semanas se convirtió en un presagio de un momento definitorio de nuestra era. Tan solo un año después, en octubre de 2017, el New York Times informaría sobre múltiples acusaciones contra el titán de la industria del entretenimiento Harvey Weinstein, una historia que explotaría a continuación, para convertir el reducido movimiento preexistente de MeToo en un enorme fenómeno global.
