Después de varios meses sin jefe de la Policía Local, San Vicente del Raspeig dio la bienvenida ayer al nuevo comisario jefe, José Emilio Fernández Reyes; un cargo que asume en comisión de servicio para los próximos dos años. Llega casi sin tiempo para adaptarse porque sobre su mesa se acumulan asuntos acuciantes: dimensionar la plantilla policial y modernizarla.

Se trata de temas que han quedado pendientes y que afectan al día a día de la plantilla policial. El más importante es el encaje de bolillos que debe hacer para que los servicios se realicen de la mejor forma posible, a pesar de la falta de personal. Y con el handicap de que el municipio no ha ido reponiendo las jubilaciones de los últimos años.

San Vicente del Raspeig tiene una plantilla compuesta por 86 personas. Pero en la calle son muchos menos agentes. En concreto están pendientes de cubrir, bien por jubilación o por bajas, 11 plazas de agente, 2 de oficial, la de comisario y la de intendente que va a quedar vacante en abril, puesto que el actual ha anunciado su marcha para este mes.

Fernández llega de ser comisario en la ciudad de Elda que, con 52.000 habitantes, tiene una plantilla policial mayor que San Vicente, con 120 agentes.

El propio alcalde, Jesús Villar, ha reconocido en alguna ocasión que al menos debería contar con una treintena más de agentes para poder cumplir con las necesidades del municipio. Y así también lo han advertido en informes internos el comisario jefe jubilado en diciembre, Mariano Jiménez, y el intendente, Francisco Negrete, dando la voz de alarma desde hace más de dos años de la precaria situación en la que se encuentra el cuerpo. Ambos han hecho hincapié en que repercute tanto en una falta de seguridad para el municipio como también una mayor exposición de los agentes.

Fernández es plenamente consciente de los principales problemas que se va a encontrar en San Vicente y reconoce que en esa línea van a ir sus primeras actuaciones. «Lo inmediato es la reestructuración de la plantilla a través de la oferta de empleo público para ganar en efectividad. De esta forma el pueblo ganará en seguridad y en servicios». El segundo punto pasa por modernizar el cuerpo.

El nuevo comisario considera que se debe de «dimensionar la plantilla a dónde debería estar, porque hay un déficit de personal», a la vez que reconoce que será complicado contar con todos los agentes que necesita el municipio, al menos en el corto plazo. De ahí que una de las primeras decisiones que se va a tomar es la apertura de una bolsa de empleo para que accedan agentes en comisión de servicios. Ello irá paralelo a la oferta de empleo público «para cubrir de inmediato lo que se pueda». Su intención es contar con entre 10 y 12 agentes. Aunque no es la panacea puesto que reconoce la dificultad de conseguirlo porque «los agentes se incorporan en mejoras de empleo y, que se cubran con la tesitura actual que hay en todas las policías, está complicado. De ahí que paralelamente hagamos la oferta de empleo público»

Ayer mismo, tras el acto de toma de posesión, se sentaba con el concejal de Seguridad, José Manuel Ferrándiz, para tomar las primeras decisiones. «Estamos viendo necesidades para preparar los informes e intentar que los sanvicenteros tengan la Policía que se merecen», aseguraba. Y hacía hincapié en que el problema de que la plantilla no se pueda incrementar «no lo tiene únicamente San Vicente».

Otro de los asuntos pendientes que asume el nuevo jefe policial es la adscripción de turnos, que por primera vez no se ha hecho a principios de año. Significa dotar a cada servicio y turnos con el personal adecuado y el nuevo comisario es conocedor del compromiso de volver a dotar al servicio de la Policía Local en violencia de género Viogén con el tercer agente suprimido el año pasado.

Solucionar problemas

En la oposición, los grupos confían en que con la incorporación del nuevo comisario se solucionen los «graves problemas que tenemos en la Policía, el primero de ellos la asignación de turnos y recuperar el agente de Viogén», expresaba el portavoz de Cs, Pachi Pascual. Su formación solicitaba en enero, a raíz del informe que realizó en diciembre el intendente, los otros informes a los que hacía referencia Negrete en los que tanto el anterior comisario como el intendente, venían advirtiendo, al menos desde 2018, de la necesidad de incrementar la plantilla.

Por su parte, el portavoz del PP, Óscar Lillo, señalaba que el nuevo comisario «nos consta que es un gran profesional que viene para intentar mejorar la situación». Lillo reconoce que se va a encontrar una plantilla «que a pesar de las carencias de personal, y a veces en cuanto a medios, siempre velan por la seguridad». Y reconoce que «va a tener mucho trabajo con Viogén, la reestructuración de la plantilla, los turnos, la incorporación de nuevas plazas y poner un poco en orden todo el departamento».

«Espero tener la plantilla estabilizada en tres o cuatro meses más o menos»

El nuevo jefe de la Policía llega al puesto con «ilusión» y consciente del reto de trabajar con pocos efectivos

El nuevo jefe de la Policía local de San Vicente por los próximos dos años, José Emilio Fernández Reyes, llega de Elda donde ha ejercido como comisario desde octubre de 2015. Su puesto anterior fue inspector jefe en Xixona entre 2007 y 2015; y seis años antes había sido el jefe de la Policía de Biar. Es natural de Villena, donde nació hace 51 años y lugar en el que comenzó su carrera policial en 1990 y hasta 2001. Y es el coautor, junto a una psicóloga de San Vicente del Raspeig, del Método Cherí para la Prevención y el Tratamiento del Acoso Escolar que está patentado.

Reconoce que se incorpora al puesto con «toda la ilusión», consciente de los retos a los que se enfrenta y con la intención de «con lo que tenemos, ver qué podemos hacer».

Considera que su trayectoria puede aportar «un plus» a la policía sanvicentera. Llega de un municipio de unos 6.000 habitantes menos que San Vicente con más agentes, «lo que va a representar un mayor esfuerzo en seguridad y en conseguir el objetivo de reestructurar la plantilla».

Ganas de trabajar no le faltan: «La concejalía lo quiere para ya, y yo para ayer», señala. Sin atreverse a dar plazos concretos, confía en que en tres o cuatro meses «la plantilla esté estabilizada».