Sin motos policiales en El Campello por pastillas averiadas y falta de dinero

El contrato para su mantenimiento se ha quedado sin fondos, tal como reveló el edil de Seguridad, Rafael Galvañ

Debido a estas circunstancias, la Policía está usando los vehículos, de menor cilindrada, que se reservan para los meses fuertes del año 

Una patrulla de la Policía Local de El Campello en una imagen de archivo.

Una patrulla de la Policía Local de El Campello en una imagen de archivo. / Pilar Cortés

No hay motos en la costa. Concretamente, motos policiales en la costa de El Campello. ¿El motivo? Las pastillas de los vehículos que presentan un estado defectuoso y no hay dinero para repararlas. ¿La causa? «La partida para el mantenimiento de vehículos se ha quedado sin fondos». Así lo reconoció el concejal de Seguridad en el municipio, Rafael Galvañ, que respondió a la cuestión que presentó en el turno de ruegos y preguntas del último pleno el concejal de la oposición y portavoz de EUPV-UP, Pedro Mario Pardo.

La razón que ha llevado a este contrato a agotar su capital es «unos cambios que se tuvieron que hacer en las luminarias de unos vehículos», tal como detalló el titular de este área municipal. A pesar de esta polémica situación, el edil trató de transmitir un mensaje de calma, al asegurar que «a partir de julio entra dinero», lo que permitirá actuar en la diezmada flota policial.

De hecho, a tenor de las declaraciones de Galvañ sobre esta cuestión, el objetivo no es reparar las averías, sino que «la idea del comisario es comprar dos vehículos nuevos», ya que «son dos motos que están para cambiar». «Sale a veces más barato comprar unas nuevas que seguir manteniendo unas que tienen tanto uso», especificó el edil, cuyas explicaciones no terminaron de convencer al concejal que trasladó el tema a la última sesión, celebrada este pasado jueves.

«¿Cómo es posible que en febrero y marzo se quede sin dinero una partida?», incidió Pardo para conocer más detalles sobre este asunto. Su pregunta no iba en absoluto mal encaminada, ya que según han revelado fuentes policiales, las motos llevan sin poder usarse desde el segundo mes del año, cuando se detectó este problema relacionado con las pastillas. La cuestión no fue esquivada por el concejal, que en un tono calmado, trató de arrojar cierta luz a un asunto perseguido por la sombra de la burocracia.

Galvañ aludió a los imprevistos que pueden surgir para explicar lo ocurrido, ya que «depende de la reparación que surja», la partida se puede agotar. El concejal trató de fortificar su argumento con un ejemplo clarificador. «Puede haber una rotura de un motor y ahí te chupa toda la partida». El edil defendió con entrega su idea y la aderezó con un buen razonamiento. «Tampoco puedes hacer una partida pensando en que todos los motores se van a romper», expuso Galvañ, que concluyó su intervención apuntando que «te puede venir algo extraordinario y eso es lo que ha pasado».

Su discurso sirvió para relajar el ambiente en las postrimerías del pleno, o al menos, sirvió para poner cese a las preguntas planteadas sobre esta cuestión por parte del concejal de EUPV-UP. En cualquier caso, Pardo no se despidió de este asunto sin antes comentar que «ha habido varios informes en los que se hablaba de que los contratos se estaban licitando por menos importe del que necesitan y pueden ocurrir situaciones como esta, que teniendo contrato se quedan sin partidas económicas debido a una mala planificación». 

«Problema evidente»

El edil opositor también recordó que «ya advertimos en la anterior legislatura que es importante y obligatorio tener contratos licitados». En este sentido, el portavoz de la formación morada mostró sus deseos en que situaciones como esta «no vuelvan a ocurrir». « Si no, estaríamos ante un problema evidente de falta recursos y de una mala planificación», concluyó el concejal.

La conversación entre ambos sirvió para presentar en sociedad una problemática de la que fuentes policiales han arrojado más detalles. Según apuntan desde la Comisaría, el cuerpo cuenta con un total de cuatro motos. En estos momentos, las averiadas son dos, que son las que se utilizan durante el periodo no vacacional. Esta circunstancia ha provocado que los efectivos estén teniendo que utilizar los vehículos, de menor cilindrada, cuyo uso se reserva para los meses de verano, aunque aseguran que esta situación «no está afectando a la prestación del servicio».

Pese allo, estas fuentes señalan que «nos gusta sacar las cuatro motos» para eventos como el que se desarrolló el pasado fin de semana, cuando tanto El Campello como la localidad vecina de Sant Joan celebraron conjuntamente la «Volta en bici». En cualquier caso, desde la Policía Local transmiten su confianza en que la entrada de dinero permita recuperar las cuatro motos de cara a verano, cuando el municipio pasa «de 30.000 a 120.000 habitantes», escenario en el que las dos ruedas son esenciales para funciones tan básicas como necesarias, tales como «quitar la doble fila» o velar por la normalidad en la zona de carga y descarga.