E l acceso principal a Onil, a través de la carretera CV-815, comenzará a desdoblarse en la segunda mitad del próximo año, según las estimaciones del Ayuntamiento. El concejal de Urbanismo, César Albero, indicó que ésa es la fecha que se está barajando en las conversaciones que se están manteniendo con la Conselleria de Infraestructuras y Transporte, administración encargada de acometer esta obra. La duplicación de la calzada, de apenas dos kilómetros de longitud, se realizará una vez que se hayan construido todas las rotondas previstas en este tramo para reordenar el tráfico.

En este sentido, el edil señaló que esta misma semana podrían comenzar los trabajos de construcción de dos nuevas glorietas, que facilitarán el acceso al nuevo polígono industrial de La Marjal. Según explicó Albero, hace escasos días se alcanzó un acuerdo con propietarios de terrenos afectados por este proyecto, que ha permitido su desbloqueo. Las dos rotondas se sumarán a una tercera que ya está completamente terminada, y que ha sido costeada por empresarios del polígono.

Por otra parte, acerca del desarrollo industrial de La Marjal II, el concejal delegado, José Bernabé, comentó que el Ayuntamiento espera «recepcionarlo aún dentro de este año», para posibilitar que los empresarios puedan acogerse todavía a beneficios fiscales en el actual ejercicio. El edil cifró la extensión de este polígono en unos 220.000 metros cuadrados, y confió en que suponga el «reinicio de la industria de Onil». Según dijo, en la localidad existe «mucha demanda» de suelo, pero el problema es «la escasez de la oferta», motivada en parte por la propia falta de terreno disponible. En cualquier caso, reiteró su deseo de que el tejido empresarial «despegue» con esta actuación.

Acerca del limitado suelo disponible, Bernabé recordó que la única zona del término de Onil apropiada es la parte sur, dado que tanto al norte como al este del casco urbano hay montañas. Sin embargo, las partes más llanas tienen el condicionante de estar ocupadas por muchas casas de campo y, en el caso de La Marjal, tener riesgo de inundabilidad en determinados puntos.