Los ermitaños habían sido habituales en las distintas ermitas de Ibi desde el siglo XVI, tal y como está documentado. Se ocupaban de mantener en condiciones tanto la iglesia como la casa en la que residían, aparte de desarrollar otras tareas. Sin embargo, esta figura se había ido perdiendo con el paso del tiempo hasta extinguirse de forma definitiva. En el caso concreto de Santa Llúcia, ermita que preside el casco urbano de la villa juguetera, no había vuelto a haber ermitaños desde que hace 20 años dejaran de desempeñar esta función una pareja de maestros.

Pero las cosas han cambiado. Dos amigos, Guillem Sellés, de 27 años, y Lucía Pérez, de 25, volverán a cuidar del templo y de su entorno, habitando además la antigua casa de ermitaños. Ambos pertenecen al Col.lectiu Saginosa, una entidad que se dedica a la defensa y protección del patrimonio ibense.

Según explicaba Guillem, "todo empezó un poco por casualidad. El Col.lectiu solicitó la antigua casa de los ermitaños como sede, tal y como lo había sido hace un tiempo de Amics de les Muntanyes. Sin embargo, las condiciones que reúne la vivienda impedían la cesión para este uso, por lo que se nos ocurrió la posibilidad de recuperar la figura de los ermitaños".

Así las cosas, dos miembros de la citada entidad, Guillem y Lucía, se ofrecieron para desempeñar esta tarea, que ha empezado por el condicionamiento de la casa en la que residirán. "No había ermitaños desde hace 20 años, aunque es cierto que después estuvieron aquí los miembros de Amics de les Muntanyes y la acondicionaron bastante bien. En cualquier caso, hacían falta varios arreglos tanto en el tejado como en las dependencias interiores de la vivienda, que es de lo que nos estamos ocupando en la actualidad".

La intención de la pareja de amigos es empezar a residir en la casa después de Navidad. A partir de ahí, tendrán la obligación de dedicar al menos una hora al día a ocuparse del mantenimiento de la ermita, la casa en la que vivirán o el entorno.

Según Guillem, "la ermita está bastante bien, salvo algún problemilla en el tejado que intentaremos solucionar. Lo que presenta peores condiciones es el entorno, ya que está bastante dejado y hay suciedad".

En este sentido, la intención de los nuevos ermitaños es "que se note la presencia aquí de Saginosa. Limpiaremos lo que haya que limpiar y además tendremos esto un poco más vigilado para evitar que vuelva a quedar descuidado".

Pese a que no será sede oficial, el colectivo al que pertenecen sí que se podrá reunir en una parte de la vivienda de los ermitaños, situada en la planta baja, que reúne unas características adecuadas.

De momento estarán en la ermita un año, tras lo cual tienen intención de renovar por otros cuatro más. "Insisto en que vamos a trabajar de firme para que todo el pueblo vea los resultados", argumentó.

Los habitantes de Ibi tienen a la ermita de Santa Llúcia en gran estima. De hecho, durante este fin de semana se están celebrando precisamente las fiestas en honor a la santa, que coinciden con el inicio de les Festes d'Hivern.

Ayer sábado tuvo lugar el denominado Bateig de Santa Llúcia en la explanada del templo, mientras que para hoy está prevista a las diez de la mañana una procesión desde la iglesia de la Transfiguración a la ermita, donde tendrá lugar una misa. A las once habrá un cross popular, a la una menos cuarto la Baixada de las parejas que bailarán las danzas, y a continuación reparto de turrones y carreras de solteros y casados.