El Ayuntamiento y vecinos de Castalla insisten en el rechazo a albergar las grandes plantas solares que se han planteado en las últimas semanas en el término municipal, y que han despertado un gran recelo por la superficie que ocuparían y el gran impacto paisajístico que generarían. Hasta nueve proyectos de instalaciones de este tipo se han presentado. El equipo de gobierno ha iniciado, tal y como avanzó, la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de forma que no se puedan desarrollar estas macroplantas, que el alcalde, Antonio Bernabeu, califica de «mastodónticas». Por su parte, la edil de Turismo, Maite Gimeno, recuerda que el Ayuntamiento «no ha concedido ninguna licencia de obras o permiso para instalar nada», y que la competencia para permitir estas plantas es de la Generalitat, la cual confía en que tenga en cuenta la postura del municipio.
En contra de las macroplantas se han posicionado un gran número de vecinos, a través de diferentes entidades como el Col·lectiu Riu Verd, Natura i Gent, Stop Huerto Solar, Biotrèmol y la Asociación de Vecinos de Castalla Internacional. Daniel Liñana, miembro de uno de estos grupos, señala que las dimensiones propuestas, de hasta 200 hectáreas, son «una barbaridad», y que «hay que apoyar las energías renovables, pero no de esta forma», afectando incluso a suelo protegido.
