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Seis colegios rurales ganan aulas para el próximo curso frente a la tendencia general de supresión

El atractivo de los pueblos por las circunstancias sanitarias contribuye a la creación de nuevas unidades de Infantil y Primaria - Dos centros marcan la excepción y se quedan con una sola clase

Alumnos del aulario de Agres del CRA Mariola-Benicadell, en una imagen previa a la pandemia. | JUANI RUZ Juani Ruz

Seis colegios rurales de la provincia contarán con un aula más el próximo curso, en contraste con la tendencia general de eliminación de unidades que contempla en principio la Conselleria de Educación. El arreglo escolar que ha propuesto el departamento prevé crear tres nuevos grupos de Infantil y otros tantos de Primaria, cada uno de ellos en un centro pequeño. Tres de estas escuelas son de tipo agrupado, un único centro con aularios en varias localidades, mientras que los otros tres son de tipo incompleto, es decir, que no llegan a contar un aula para cada curso.

Tal y como publicó este periódico hace unos días, la Conselleria de Educación prevé crear 30 nuevas aulas el próximo curso, pero suprimir al mismo tiempo 64, por lo que el balance es de 34 unidades menos. Es la primera vez en cinco años que se contempla una disminución de grupos en términos globales, y se achaca al descenso de la natalidad y la menor demanda de plazas que esto conlleva. Por ello, llama especialmente la atención la creación de seis nuevas aulas en otros tantos centros rurales, aunque también haya colegios de este tipo afectados por las eliminaciones.

Dos de las nuevas unidades se crearán en la comarca de El Comtat: una de Infantil en el aulario de Agres del colegio rural agrupado (CRA) Mariola-Benicadell, y la otra de Primaria en el aulario de Benimarfull del CRA L’Encantada, según confirman fuentes de la Conselleria de Educación. En la Marina Baixa se prevé un aula de Infantil en el colegio La Purísima de Beniardà, de manera que este pequeño centro tendrá un aula específica para ese nivel. Asimismo, en la Marina Alta el CRA La Rectoria tendrá un aula de Primaria más el próximo curso, en el aulario de Sagra.

En l’Alacantí, el colegio público Mirador d’Aigües, en la localidad homónima, pasará a contar con tres unidades de Infantil, una más que ahora. Por último, la sexta aula que se prevé crear corresponde al colegio público Francisco Girona, en la pedanía de Arneva, en Orihuela. El centro cuenta ahora mismo con un solo grupo de Primaria, pero a partir del próximo curso tendrá otro más.

LA CLAVE

RETORNO A LOS PUEBLOS

El atractivo de los espacios más abiertos y de la educación personalizada

La crisis sanitaria ha supuesto un paradójico revulsivo en algunos colegios rurales, por la llegada de familias a estas localidades.

En pleno contexto de bajada de la natalidad, las circunstancias de la crisis sanitaria han contribuido a mejorar el atractivo de los colegios rurales, dicho esto con todas las reservas oportunas por lo que implica en general esta situación. La existencia de un entorno menos masificado, tanto dentro del aula como en el entorno, así como las opciones para sobrellevar mejor algunas de las restricciones derivadas de la pandemia en un pueblo y el aumento del teletrabajo, ha llevado a que más familias se planteen la posibilidad de mantener su residencia en una localidad de pequeño tamaño o trasladarse a ella, lo que ha repercutido en el mantenimiento o incluso el aumento de la matrícula en algunos colegios rurales. Así lo han indicado a este periódico responsables de centros en varias ocasiones desde marzo del año pasado, y lo corrobora ahora también la directora del CRA Mariola-Benicadell, Azoraida Martínez.

LA CIFRA

6 Aulas de nueva creación el próximo curso en centros rurales de la provincia 

Agres, Benimarfull, Beniardà, Sagra, Aigües y Arneva (Orihuela) contarán con un aula más que ahora.

La docente señala que durante este curso se ha producido la llegada de algunas familias, «atraídas por el tipo de escuela», pero además «la gente está pasando a vivir a los pueblos», algo en lo que ha influido la situación actual. En este sentido, comenta como ejemplo que hace poco han recibido la llamada de una familia de Madrid interesada en instalarse en Agres. «Hay cierta tendencia a huir de las ciudades», en busca de espacios más abiertos, añade, y eso se precibe en que «ves que se están arreglando casas que estaban vacías».

El equipo directivo confiaba en que la nueva aula se ubicaría en Gaianes, donde la demanda es mayor, aunque la Conselleria señala que está prevista en Agres. En cualquier caso, la directora del CRA Mariola-Benicadell destaca la satisfacción por «poder mantener las ratios», así como la puesta en marcha de la aulas de Infantil de 2 años en el aulario de Alfafara, «un servicio público que se nota» allá donde se implanta porque fija población.

Sin embargo, la otra cara de la moneda se manifiesta en otros lugares. Los colegios de Tormos y la pedanía de El Realengo, en Crevillent, perderán el próximo curso sus aulas de Infantil y se quedarán con un solo grupo para todo su alumnado, si la Conselleria no modifica sus previsiones. La comunidad educativa de este último ha realizado este último año una intensa campaña para mantener el centro, incidiendo en los valores de atención personalizada y contacto con el entorno de estas escuelas.

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