Castalla da el arranque a las Fiestas

Las solemnes escuadras y el poderío de los boatos marcan la Entrada de Moros y Cristianos

Castalla se encuentra ya inmersa en sus Fiestas de Moros y Cristianos, con las que se da inicio al mes de septiembre en la capital histórica de la Foia. Las celebraciones, como en tantos otros lugares, regresaron el año pasado tras el parón forzado por la pandemia, pero todavía lo hicieron con algo de incertidumbre. Ahora, sin embargo, la vuelta ya es plena, con toda la ilusión, la participación, la vistosidad y el público de siempre.

Aunque en la noche del jueves ya se celebró el desfile informal previo de l’Olleta, los actos oficiales comenzaron este viernes a mediodía con el rezo del Ángelus y l’Arranc, el momento en el que la música comienza a apoderarse de las calles. No obstante, si hay otro momento susceptible de merecer la definición de arranque, ese es el de la Entrada. Poco después de las 17.00 horas iniciaban el recorrido las primeras escuadras de la comparsa Marineros. A ella le siguieron las de Maseros, Piratas y Cristianos, completando así las populosas huestes de la cruz.

En todas las comparsas, tanto en las cristianas como en las de Moros Grocs, Moros Vells y Moros Mudéjares, las tres que conforman el bando de la media luna, había algunos rasgos comunes, como la solemnidad y la decisión con la que desfilaban las escuadras. Y también, el color y la variedad de los trajes, con el aliciente de que prácticamente cada escuadra porta una indumentaria diferente, aunque siempre manteniendo un orden dentro de la comparsa. Y cómo no, el poderío de los boatos de capitanía, la mayoría de los cuales han esperado tres años para salir.

La jornada ha culminado con la Baixada de la Mare de Déu de la Soledat, que permanecerá en la iglesia hasta el lunes día 4, cuando concluirán las Fiestas. Antes, este sábado, se podrá disfrutar del Alardo y l’Ambaixada del Moro, entre otros actos.