Síguenos en redes sociales:

LA BATALLA POPULAR

Camps purga a los cargos zaplanistas y se hace con el control de las listas del PP

El jefe del Consell y Alperi blindan a sus afines en las candidaturas a las Cortes y en la de Alicante y dejan al sector del exministro con una cuota testimonial

Camps purga a los cargos zaplanistas y se hace con el control de las listas del PPA. I.

Los peores augurios para los zaplanistas se cumplieron y, además, con creces. El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y el alcalde de Alicante, Luis Díaz Alperi, ejecutaron ayer sin compasión la purga de los partidarios del portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, de las candidaturas a las Cortes y municipal de Alicante para hacerse con el control total y absoluto de las listas. La cuota que le restará al sector nucleado alrededor de la dirección del PP en la provincia, encabezado por José Joaquín Ripoll, será prácticamente testimonial, como adelantó este periódico, con dos peones los consellers Peralta y Gema Amor en las Cortes al margen de la presencia de Alicia de Miguel en Valencia; y con sólo tres puestos de elección segura en la municipal, el propio José Joaquín Ripoll, Miguel Valor ambos, en principio, para ir a la Diputación y Juan Seva, además de Juan Zaragoza, que será el número 15 de la lista municipal, el que daría la mayoría absoluta a Alperi, una plaza de «sufridor» que el PP tendrá que ganarse a lo largo de la campaña electoral.

La cúpula zaplanista estaba resignada a la liquidación de gran parte de su poder orgánico. Camps no perdona a los partidarios del ex ministro ni el plante en las Cortes ni el pacto con los socialistas en la CAM y, al final, el jefe del Consell ha mantenido la idea que tenía inicialmente: blindar a sus fieles en las candidaturas para evitar sobresaltos. Un esquema que Alperi, que también quería una lista a su medida y con mayoría en el grupo municipal, ha seguido a pies juntillas. La ausencia de negociación entre campistas y zaplanistas durante el fin de semana ya hizo a Ripoll resignarse a la liquidación de gran parte de sus afines.

Apenas un par de conversaciones entre el presidente de la Diputación y Rambla. Todas sin éxito. Con Alperi, el presidente provincial del PP ni siquiera mantuvo contactos. Ayer tampoco hubo intentos. Joaquín Ripoll rechazaba de plano, en un argumento que su entorno volvió a utilizar ayer, avalar un pacto que, al final, suponía la laminación completa y casi total de la plana mayor del zaplanismo alicantino como así ocurrió.

El plazo concedido por Madrid para tratar de llegar a un acuerdo que evitara el cisma expiró ayer y, por un lado, el comité regional aprobó unas candidaturas autonómicas a la medida de Camps; y ya por la tarde, en una jornada en la que un Alperi con total margen de maniobra aún introdujo en la candidatura a referentes vecinales y a la ex Bellea Laura Chorro, Madrid cambió de arriba a abajo la propuesta que la dirección del PP en Alicante, controlada por los zaplanistas, remitió a Génova y dio el visto bueno a una candidatura con mayoría aplastante del alcalde, afín a Camps, que controla once de los quince primeros puestos.

La nómina de damnificados zaplanistas que se queda fuera de las candidaturas es amplia e ilustre. No seguirán en el parlamento autonómico ni Julio de España, al que Camps ha ofrecido un puesto en el Senado; ni Juan Manuel Cabot, secretario de la Mesa de las Cortes; ni Manuel Gómez; ni el ex conseller Fernando Modrego; ni tampoco Lola Peña. En las listas de Valencia y Castellón, la limpieza también es total con la exclusión de Alejandra Climent y Elvira Suanzes y la supervivencia, de entre los más próximos a Eduardo Zaplana, la consellera de Bienestar Social, Alicia de Miguel.

Mayor es la limpieza de los partidarios del ex ministro en la propuesta municipal. Quedan fuera del consistorio destacados del zaplanismo como Rosana Cremades, María José Rico y, sobre todo, Pedro Romero. Todos ellos han mantenido, a lo largo de la última legislatura, duros enfrentamientos con el primer edil. A ellos hay que sumar, además, a Carlos Mazón, el director general de Comercio, que había puesto todos sus empeños en «colarse» en la lista municipal; y Macarena Montesinos, lanzada por Ripoll como alternativa a Luis Díaz Alperi primero y ahora fuera también de la candidatura municipal.

La cobertura institucional que todavía le restaba a Eduardo Zaplana queda, hoy por hoy, en la práctica, desmantelada. Rajoy ha optado, sabedor de que en la Comunidad se juega su futuro electoral, por otorgar el mando a Camps tras cuatro años de broncas internas con los zaplanistas. Ajeno a este escenario de conflicto y de clara divorcio entre los dos sectores de la formación, el presidente del comité regional de listas del PP, Pedro Agramunt, destacó la «importantísima renovación» de unas candidaturas que dan entrada a «nuevos militantes y gente joven».

Pulsa para ver más contenido para ti