La prestigiosa primatóloga británica Jane Goodall, premio Príncipe de Asturias de Investigación en 2003, manifestó ayer en la Universidad de Alicante, minutos antes de ser investida doctora honoris causa, que aunque el hombre ha dañado el planeta sería "un error" creer que, como individuos, no podemos hacer nada por la defensa del medio ambiente, por lo que animó a realizar "pequeñas acciones", muchas cotidianas como "lo que usamos para vestir o lo que comemos. Todo es importante y cada uno de nosotros puede marcar la diferencia". Goodall, de 75 años, volvió a dar su bendición a Primadomus, el santuario de primates que se construye en Villena. "Esperamos que a fin de año lleguen los primeros chimpancés, unos diez, rescatados, no de laboratorio, sanos y sin enfermedades". En esa zona se plantarán 1.500 árboles "para involucrar a los jóvenes en la protección del ecosistema".

En su discurso, la investigadora, apadrinada por el profesor Eduardo Seva, recordó a su madre, "nunca se rió cuando le decía que quería ir a África a estudiar y a escribir sobre los animales". Era una familia humilde, Europa estaba en guerra, el continente negro lejos y lleno de peligro, dijo, "y yo era del género equivocado porque en esa época las mujeres no volaban allí a por sus sueños". Goodall trabajó y ahorró, "me fui a observar los chimpancés, y en ese momento no tenía ningún tipo de licenciatura".

La prestigiosa naturalista lamentó que en África continúe el comercio ilegal de crías de chimpancés, lo que conlleva el asesinato de las madres, y se preguntó cómo el hombre, que posee un elevado intelecto y ha pisado la Luna y enviado robots a Marte, "puede hacer esto al Planeta. Estamos contaminando ríos y mares; el agua, como en España, es un problema mundial; y estamos enfrentados a la pobreza extrema, el hambre, y las luchas entre etnias. ¿Hemos perdido algo llamado sabiduría? Vivimos con la mente desconectada del corazón". Añadió que los indígenas toman decisiones basadas en cómo afectarán a las futuras generaciones, pero "¿qué criterios utilizamos nosotros?". Y habló de la desesperanza en los ojos de los niños africanos, y que ella misma la siente cuando ve a sus tres nietos "porque hemos dañado su futuro". Esto fue lo que le llevó a crear el programa ambiental "Roots and Shoots" (raíces y brotes), con 9.000 grupos en el mundo, y que impulsa la protección de seres vivos y el entendimiento entre culturas. Asimismo, el Instituto Jane Goodall lleva a cabo una campaña de reciclaje de móviles dado que la extracción de minerales como el coltán, que hace posible esta tecnología, está causando deforestación y conflictos bélicos en África.

El rector, Ignacio Jiménez Raneda, recordó en su discurso a Darwin, de cuyo nacimiento se cumplen 200 años, y destacó que Goodall es "una figura universal admirada por su coraje" y la gran impulsora de una nueva cultura que promueve "una visión más humilde del género humano y aproxima nuestra distancia con la naturaleza con el lema 'mira y aprende lo que los animales te enseñan'".