Un trofeo que podría competir por el oro. Ése ha sido el único objetivo por el que dos cazadores furtivos dieron muerte en la madrugada del domingo a un muflón macho adulto y con medios prohibidos en la Reserva de Caza de Muela de Cortes. Pero les salió mal: dos agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Valencia les estaban esperando para detenerlos.

Los dos furtivos, residentes en la provincia de Alicante, y de 35 y 52 años de edad, fueron detenidos a las diez menos cuarto de la mañana del domingo, cuando salían de la reserva de caza a bordo de un todoterreno. Ambos viajaban con la mujer y los hijos de corta edad de uno de ellos, según informó ayer la Comandancia de Valencia.

La patrulla del Seprona dio el alto al vehículo y les pidió que se identificaran. A continuación, les pidieron que abriesen el portón trasero del todoterreno. En el interior llevaban un rifle de caza desmontado, así como varios aparatos de visión nocturna y un silenciador. Al lado, llevaban la cabeza del muflón, protegida con una bolsa de plástico para evitar que la sangre manchase el vehículo. El animal había sido cazado y decapitado.

Además, llevaban dos sacos de dormir, por lo que la Guardia Civil sospecha que los dos hombres pasaron la noche en el monte, acechando al animal hasta que lograron darle muerte. La ley de caza prohíbe el uso de visores nocturnos, así como de silenciador. Además, recuerda la Guardia Civil, infringieron esa norma al cazar de noche y dentro de una reserva.