Los 158.000 alumnos matriculados este curso en los 460 centros de Infantil y Primaria de la provincia, junto a los 30.000 que volvieron también ayer a la Universidad de Alicante, contarán este curso con la inversión educativa más precaria de los últimos años.

El tijeretazo de cerca de 600 millones de euros que Educación ha llevado a cabo en sus presupuestos este año es el mayor desde que empezó a recortarse y que en tres años supera los 1.100 millones de euros de menos: en 2011 fueron 128 millones menos y en 2012, 437 millones menos, como consta en información de Las Cortes elaborada por los diputados socialistas.

Ayer, primer día de la vuelta a clase, en las vallas de los colegios podían verse las primeras llamadas de auxilio: "Se necesitan los libros de cuarto de Primaria. No puedo pagarlos". Los directores corroboran que lo más llamativo de este curso es "la inseguridad que las familias nos trasladan, agobiadas por la ausencia de becas de libros y la incertidumbre sobre los baremos todavía por concretar para las ayudas de comedor", como precisa Montserrat Salas, portavoz de los responsables de colegios de la provincia: "Las becas hacen falta realmente y el ambiente está enrarecido. Los directores tenemos que actuar este curso como trabajadores sociales también".

Para protestar por esta precariedad social y por la pérdida de 1.400 docentes interinos tras la rebaremación de las bolsas de trabajo según la nota de las oposiciones y no los años trabajados, representantes docentes y afectados se manifestaron ayer ante la sede de Educación en Alicante. "Queremos dejar patente que en todos los centros hay alguna incidencia, que a todos nos afectan los recortes y que pese a los últimos pagos anunciados por la consellera, se deben los gastos básicos de todo este año, desde enero. No es un inicio optimista y, como siempre, familias y profesores dándolo todo", protestaba Ismael Vicedo en nombre de la Plataforma por la Enseñanza Pública.

Bajas

Miles de alumnos no pudieron empezar las clases con la normalidad deseada a consecuencia de las 200 bajas docentes estimadas por los sindicatos que no se han cubierto, además de las goteras por la lluvia en los barracones del colegio de La Xara en Dénia y la huelga de padres del Príncipe de Asturias de Rojales por la tardanza del nuevo colegio.

Las bajas docentes se suman a la supresión de un maestro en todos los colegios con dos aulas por curso, como sucede en El Palmeral de Alicante, con una baja sin cubrir desde junio. El director, Fernando Fernández, lamenta que "se resiente toda la enseñanza. Los niños ya no tienen su tutor de referencia porque tienen que compartir a dos especialistas a los que repartir el horario de tutorías. Hemos cubierto la baja con el especialista de pedagogía terapéutica y el resto de alumnos se queda sin servicio de apoyo", afirma.

Por todo ello estudiantes universitarios, que reclaman más becas, y la plataforma en defensa de la enseñanza pública, prevén una posible huelga la penúltima semana de octubre.