Varios miles de devotos han acompañado a la reliquia de la Santa Faz en su recorrido dentro de una urna acristalada y a hombros por algunas de las calles más céntricas de la ciudad de Alicante.

Cerrada bajo tres candados dentro de una urna de metacrilato, la procesión de hoy ha constituido uno de los principales actos programados por la Diócesis de Orihuela-Alicante dentro de la conmemoración del 525 aniversario del "milagro de la lágrima".

El aniversario del milagro de la Santa Faz, uno de los pliegues con los que la Verónica secó el rostro de Cristo camino del monte Calvario, coincide con el Año Jubilar concedido poco antes de su renuncia por el Papa Benedicto XVI para celebrar la efeméride.

Además, este año también se cumple el 450 aniversario de la Diócesis de Orihuela-Alicante y los 15 años de la Coronación Pontificia de Nuestra Señora del Remedio, patrona de la ciudad de Alicante.

La Santa Faz ha partido a primera hora de la tarde desde el caserío del mismo nombre a bordo de un vehículo, que algunos llaman "fazmóvil", hasta la iglesia de Los Ángeles y la de la Misericordia.

Allí ha sido recibida por el obispo, Jesús Murgui, y tras una oración ha continuado en procesión y a hombros de miembros de distintas hermandades y cofradías de la Semana Santa en dirección a la concatedral de San Nicolás de Bari para una multitudinaria eucaristía.

En este templo quedará expuesta durante cinco días la Santa Faz en un baldaquino del altar mayor protegido por un moderno dispositivo de sensores infrarrojos, cámaras de vigilancia y agentes de seguridad.

Muchos de los devotos han gritado el clásico "Faz Divina, Misericordia" al paso de la reliquia, que ha hecho una parada en un altar colocado a mitad de la calle San José, en las inmediaciones de la concatedral.

La reliquia permanecerá en la concatedral hasta el domingo 23 de marzo, y durante esas jornadas se han previsto diversos actos como visitas escolares, una eucaristía con bendición de enfermos, un concierto de "La Sablonara", una bendición de niños con imposición y una vigilia de adoración nocturna.

El arzobispo de Valencia, Carlos Osoro, presidirá el domingo, día 23 a las 18 horas la misa solemne de despedida de la Santa Faz, que partirá rumbo a su monasterio visitando antes a las monjas agustinas y con parada en la basílica de Santa María, donde habrá unas palabras del obispo y de la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo.

El "milagro de la lágrima" se remonta al 17 de marzo de 1489 en el barranco de Lloixa, a caballo entre las localidades de Sant Joan y Alicante, donde se asienta el actual caserío del monasterio.

Justo en la madrugada de ese 17 se iniciaba una peregrinación debido a una sequía terrible que azotaba a la huerta y la ciudad.

Según explican las crónicas, "al llegar al pequeño barranco de Lloixa, el portador de la Santa Faz, el fraile Villafranca, sintió tal peso en los brazos que no pudo tenerlos en alto y, quedando sin movimiento en los pies, empezó a dar voces de '¡Socorro!'".

"Paró la procesión con esta novedad y mientras la gente rodeaba asustada la Sagrada Imagen, vieron todos que del ojo derecho de la reliquia salía una lágrima que, corriendo hasta la mejilla, se paró en ella y creció de manera que no sólo los circundantes, más aún los que se hallaban apartados, la pudieron ver", con lo que se dio inicio a una devoción de 525 años.