Los planes de seguridad diseñados para la cremà marcan una distancia mínima de 15 metros para que el público se pueda situar sin riesgo en la cremà de una hoguera. Los monumentos no se podrán rociar con gasolina ni se podrán colocar dentro las bolsas con combustible hasta que el jefe del equipo de bomberos lo autorice. Asimismo, los operadores de seguridad de las hogueras o los presidentes deberán desconectar la energía eléctrica de la iluminación de los monumentos, guirnaldas y racós. Los Bomberos evaluarán que se cumplen las condiciones del plan de seguridad de cada hoguera y en ese momento darán inicio a la cremà.