La sequía que atraviesa la provinciasequía ha provocado, según los registros pluviométricos que maneja el Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, que la provincia se haya convertido en los últimos doce meses en una de las regiones más secas del planeta, con valores de lluvia por debajo, incluso, que en el Sahel, la zona habitada entre el Sáhara y la frontera de la sabana de Sudán, donde la precipitación está en 120 litros por metro cuadrado al año. Sólo llueve menos en el desierto que conecta Perú y Chile, pero está deshabitado.
La falta de lluvias ha hecho que los pluviómetros hayan recogido en el último año agrícola (agosto 2013/julio 2014), 104 litros por metro cuadrado, dieciséis menos que en Níger, con lo cual estamos soportando un clima subdesértico, según el catedrático y climatólogo Jorge Olcina, que advierte de que si la situación no cambia en otoño comenzarán serios problemas para el regadío, ya que el secano se ha perdido. Como ejemplo, El Campello, que con 5,6 litros recogidos en lo que va de año es en estos momentos el municipio con menos lluvias de España durante 2014. En julio no llovió ni una gota en la provincia.
En los últimos 12 meses, en Alicante se han recogido 104,4 litros por metro cuadrado de lluvia, lo que supone tan sólo un 30% de lo normal (336 litros). Pero si el periodo se acota a los siete primeros meses de 2014, el porcentaje se hunde todavía más, ya que entre enero y el pasado 31 de julio se registraron 23 litros por metro cuadrado, un 76% por debajo de lo normal para la Agencia Estatal de Meteorología. Un balance paupérrimo que ha ya tenido consecuencias ambientales graves, como la pérdida de más de 180.000 almendros, un árbol de secano pero que no ha resistido la falta de humedad.
«Estamos en uno de los años hidrológicos más duros del último siglo, ya que en la provincia no ha llovido ni la mitad de lo que debiera haberlo hecho entre enero y julio, lo que nos ha metido de lleno en una estadística de consecuencias impredecibles, porque se trata de datos de precipitación propios de climas subdesérticos. Ahora mismo, incluso llueve más en los bordes del desierto del Sáhara (Sahel) que en muchas áreas de la provincia de Alicante», subrayó ayer Jorge Olcina, quien indicó, en este sentido, que «en un año medio, en la regiones más secas del Sahel, por ejemplo Agadez en Níger, se recogen 120 litros. En Alicante sólo hemos registrado 104 litros en doce meses».
Según el informe de Jorge Olcina, al margen del dato coyuntural de El Campello, la zonas con peores registros pluviométricos se localizan en el litoral de la Marina Alta y en todo el área ya clásica del Medio y Baix Vinalopó y la comarca de l´Alacantí. «En la ciudad de Alicante no se conocía un periodo de lluvias tan pobre en toda la serie histórica de la ciudad, es decir desde 1856, por lo que estamos ante un año histórico a falta de lo que suceda en el otoño», aseveró Jorge Olcina.
El director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante apuntó, por otro lado, que «es importante resaltar que los abastecimientos están garantizados para todos los municipios hasta final de año. El problema puede llegar para el campo si la situación no cambia radicalmente en otoño. Los cultivos de regadío pueden tener problemas»para el campo. De hecho, comunidades como Riegos de Levante llevan ya semanas negociando la compra de agua en Castilla-La Mancha.
Paradójicamente, julio fue un mes húmedo en la Comunidad Valenciana con 18 litros por metro cuadrado de media, un 60% más de lo normal (11,3 litros). Datos que se concentraron, sin embargo, en el norte de la provincia, donde una serie de tormentas dejaron en la primera quincena del mes registros de 124 litros en Benafigos; 95,2 litros en Morella y 78,6 litros en Turís, según el balance hecho público ayer por la Agencia Estatal de Meteorología. Sin embargo, la propia Agencia alerta de que la mitad sur de la Comunidad, Alicante, la precipitación fue nula.
En cuanto al calor, la provincia volvió a ser diferente. Mientras que en el conjunto de la Comunidad los expertos estiman que el mes fue «frío» al registrarse una temperatura media de 23,4 grados, 0,6 grados menos de lo habitual -el mes más fresco desde 2004-, en la provincia la media fue de 25,9 grados, cuatro décimas por encima de lo habitual.
