La obra que se realiza en la Explanada está provocando efectos colaterales en el tramo del paseo junto a la Rambla, un pedazo de acera que se está convirtiendo en un mosaico de colores, desde el nuevo blanco de la Explanada al marrón de diversas baldosas, el amarillo de varias más y el gris en la zona que linda con la calle San Fernando, sin contar el camino rosado hacia los pasos de peatones para cruzar al Portal de Elche y al siguiente tramo de acera de la Rambla. Una mezcla que llama la atención de los peatones, que están deseando que acaben los trabajos en la zona, donde también están patas arriba las aceras del Portal de Elche. En otro tramo de la Rambla, entre Altamira y San Fernando, están sustituyendo algunas baldosas del pavimento que se puso en noviembre que afean la zona al ser demasiado oscuras.
