El Ayuntamiento de Alicante sacará a licitación la explotación de la heladería de la Explanada que desde hace 99 años, desde 1916, ocupa el conocido como Quiosco Peret al caducar la concesión el 12 de mayo. El espacio, en un lugar privilegiado, saldrá a licitación por un periodo muy inferior al del actual. Será por diez años, con otros cuatro de prórroga, y un canon de 14.000 euros anuales, admitiéndose ofertas al alza (el actual es de 12.500 euros al año). Así lo explica la concejala de Ocupación de la Vía Pública, Oti García-Pertusa, quien asegura que hay empresarios que ya han mostrado interés y que el actual concesionario también podría optar.
El quisco es todo un emblema para la ciudad de Alicante y difícil es encontrar a un alicantino que no haya probado una de sus deliciosas horchatas. Abrió sus puertas en 1916, en plena Primera Guerra Mundial, mediante una real orden por la que se adjudicaba a Pedro Richard Ballester la instalación de un quiosco de refrescos denominado «Quiosco de Peret» en lo que hoy es la Explanada, pero que entonces se llamaba Paseo de los Mártires, nombre que desapareció del callejero tras la Guerra Civil. En la posguerra pasó a manos de Pedro Pastor Baldó. La instalación, en sus 99 años de vida, ha sido testigo de acontecimientos fundamentales de la historia de la ciudad y de la gran reforma del paseo de la Explanada de 1955, cuando adquirió su aspecto actual. En 1971 cambió nuevamente de titularidad y pasó a Hermanos Fuster. En 2011 fue sometido a una reforma, que amplió su terraza y diseño.
García-Pertusa explica que, en un principio, la concesión pertenecía a Costas (en 1929 pasó a ser municipal) y que se dio por el máximo plazo permitido por la ley. De hecho, se concedió por un plazo ilimitado. En 2001 un pleno fijó en 99 años el plazo máximo, considerando que una concesión de dominio público no puede exceder de ese tiempo, casi un siglo.
