La multitudinaria asamblea celebrada ayer por Guanyar Alacant aprobó la creación de una comisión de 21 personas para negociar un pacto de gobierno con las fuerzas de izquierdas (PSOE y Compromís) si bien numerosos miembros de la agrupación mostraron sus recelos a alcanzar un acuerdo con los socialistas y su alcaldable, Gabriel Echávarri. Guanyar considera irrenunciable la salida del PP del gobierno municipal y pone como objetivo máximo para un posible pacto llegar a un acuerdo sobre un programa de gobierno que respete su decálogo de líneas rojas, entre las que se encuentran un plan de choque contra la pobreza, el desempleo y los desahucios, una auditoría de la deuda, medidas sobre igualdad o abordar el rescate de las contratas, entre otras cuestiones.
En la asamblea se valoraron los buenos resultados de Guanyar en las elecciones locales y se dio cuenta de los posibles escenarios a los que se enfrentan. Se enumeraron hasta seis. Tres de ellas contemplando un tripartito (de Guanyar, con PSOE y Compromís): con la Alcaldía para Guanyar para cuatro años, que la Alcaldía fuera rotatoria o que se cediera. Otros pasaban por un acuerdo único con Compromís o por rechazar el tripartito y respaldar al alcalde resultante de un acuerdo entre otras agrupaciones o permitir que el PP siga gobernando. Algo que, en el escrito que se leyó, se rechazaba de plano. La asamblea no votó para decantarse por una u otra opción, pero fueron muchas las personas que intervinieron para dar su punto de vista.
«No podemos entrar en una negociación sin pedir de partida que Pavón lidere el cambio», señaló el concejal electo Víctor Domínguez, quien arrancó aplausos, como también los hizo María José Capdepón (miembro de la candidatura) cuando aseguró que «PP y PSOE son los mismos». «Primero un acuerdo de programa antes que de la Alcaldía», proponía otro participante de la asamblea. Mientras otras voces no desdeñaban la posibilidad de negociar una alternancia en la Alcaldía. El coordinador de EU, José Antonio Fernández Cabello abogó por la importancia que cobra Guanyar «para determinar el futuro de la ciudad» y apuntó que «desde fuera del Ayuntamiento se puede denunciar, pero no hacer». El alcaldable, Miguel Ángel Pavón, recordó que si en la investidura del día 13 no hay un candidato que acumule una mayoría absoluta de los votos (15) la Alcaldía recaería en el partido más votado, que es el PP. «Primero hablemos con las formaciones políticas y después decidamos», planteó.
Su intervención se produjo después de que varios miembros de la asamblea intervinieran para mostrar sus recelos sobre un acuerdo con Echávarri. Uno de ellos opinó que «un pacto con el PSOE nos perjudicaría» y apuntó que un acuerdo de gobierno «no puede ser a cualquier precio». «No podemos gobernar con Echávarri como alcalde, Pavón tiene que serlo», señalaba otro. Otros llegaron a asegurar que Pavón debía ser alcalde y que de no llegar a un acuerdo de gobierno «desde la oposición se puede trabajar». «Con el PSOE no se puede negociar, somos una izquierda de nueve», señalaba otro. «Tenemos que intentar ser gobierno, pero no subordinado al PSOE», apuntillaba un militante, quien agregaba que «si tenemos seis concejalías potentes, no tiene que cegarnos la Alcaldía».
Finalmente, los miembros de la asamblea propusieron varias fórmulas para crear una comisión negociadora con las otras fuerzas políticas de izquierdas (también prevén sentarse con Ciudadanos, aunque Pavón indicó que no se contempla un pacto de gobierno con ellos) compuesta por los seis concejales electos, una decena de personas que participaron en el programa, cuatro con experiencia negociadora o sobre la estructura municipal y una persona de observadora.
