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Los vecinos se quejan por lo mal que huele la plaza de la Pipa

Los vecinos denuncian que dueños de perros los llevan sueltos y no recogen los excrementos

Los vecinos se quejan por lo mal que huele la plaza de la Pipa RAFA ARJONES

La recoleta plaza de la Pipa, situada frente a Las Cigarreras, ha dejado de ser un lugar tranquilo para los abuelos del vecindario que llevaban a jugar allí a sus nietos, que denuncian la presencia constante de perros sueltos y que sus dueños no recogen los excrementos así como los malos olores que esto provocamalos olores . Como también los orines de los grupos de personas que beben allí, miccionan en cualquier rincón y arrojan botes y botellas a las jardineras. Por todo ello alertan en general de la inseguridad y el abandono.

«Uno no se puede sentar en los bancos de lo mal que huele porque el césped está lleno de cacas de perro. Vivo ahí enfrente y desde las ocho de la mañana esto está lleno de perros sueltos. Lo veo desde la ventana. No hay control», apuntó un vecino de la tercera edad, mientras otro explicó que se ha cansado de llamar la atención a los dueños que no recogen las deposiciones de sus mascotas y que los llevan sin correa, incluso, aseguró, de razas peligrosas, a los que dejan que se metan en la cancha donde juegan al fútbol los niños, entre ellos su nieto. «Ya me he disgustado dos veces. La última vez un hombre me contestó al llamarle la atención y me dijo que paga sus impuestos para que su perro lo haga donde él quiera».

«Está muy abandonada. Algunas jardineras están peladas, otras llenas de botellas, hay orines por todas partes y llegaron a sacar la fuente de su sitio», añadieron, refiriéndose a diversos actos vandálicos que sospechan tienen que ver con los grupos de personas que frecuentan la plaza, donde beben y después se deshacen de las botellas. «No se puede hacer nada, si se les dice algo ya tiene uno hecho el día». Algunos de estos jóvenes, por su parte, reclamaban más limpieza de la plaza, «sólo vienen tres o cuatro veces al mes», dijeron. En general, los vecinos del entorno reclaman también más seguridad y una presencia policial más constante. Una patrulla, sin embargo, se detuvo ayer mismo a identificar a las personas que paran horas allí.

Otras demandas relativas a la plaza de la Pipa pasan por un mayor cuidado y mantenimiento puesto que hace tres años un coche se metió en la acera y se llevó unos metros de verja de la zona ajardinada, y esto aún no se ha respuesto.

Alertan también del abandono de la cancha deportiva. Los niños quieren redes en las porterías y que arreglen los agujeros de la valla por donde se escapan los balones, y los mayores alertan del peligro de un hierro roto en una de las porterías.

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