La presión del alojamiento sumergido sobre la oferta de alojamiento turístico de la ciudad de Alicante, donde las plazas que escapan al control de la Administración superan a la propia reglada de hoteles, hostales y apartamentos turísticos, ha provocado que en el mejor mes del año, el pasado agosto, la ocupación media de la ciudad sólo creciera 1,1 puntos en relación al mismo mes de 2015, y con el agravantes de que la capital de la provincia registró más visitantes. Una ruptura del equilibrio entre oferta y demanda que, según los hoteles incide en la rentabilidad. Y eso que el paro cayó durante el mes de agosto en la ciudad de Alicante en 41 desempleados. Agosto fue un buen mes en materia de contrataciones, con 2.184 contratos más que el mismo mes del año pasado. En total, durante el pasado mes se registraron 10.864 nuevos contratos.

Según el balance de la Asociación Provincial de Hoteles, la ocupación en agosto fue del 91,88% en Alicante; 84% en Elche; y del 92% en las playas. Los hoteleros alertan de que el alojamiento vacacional no reglado reduce la rentabilidad y con ello el empleo del sector, que es el más reglado y el que más control tiene (inspecciones) de toda la industria de servicios «y, por ello, demandamos normativas comunes en todo el territorio español que eviten la economía sumergida y sus consecuencias, así como la garantía de calidad y servicios que prestan», exigen los hoteleros.

La media de ocupación hotelera desde enero se sitúa en 72,99%, lo que supone un aumento de 5 puntos respecto al año 2015. En cuanto a las previsiones para el presente mes de septiembre, la proyección nos sitúa en porcentajes algo superiores al año pasado 82%, según la asociación.

Respecto al origen de los clientes, un 62,14% fueron extranjeros, destacando Reino Unido con un 18,37%, Francia 12,59%, Italia 9,52%, Argelia 6,35% y Noruega 6,17%. Los españoles 37,86%, siendo Madrid con 33,14%, Comunidad Valenciana 15,93%, Castilla La Mancha 9,62%, Cataluña 9,26% y Castilla León 5,53%. «Consideramos oportuno señalar el incremento de clientes franceses e italianos y un ligero descenso del centro-europeos, así como el nacional», apuntan las mismas fuentes.