El paulatino envejecimiento está pasando una importante factura a la salud de la población. Y es que los casos de alzhéimer y de demencia se han duplicado en la provincia de Alicante en los últimos diez años. Así se refleja en la última encuesta sobre defunciones en España publicada recientemente por el Instituto Nacional de Estadística. En este estudio se refleja cómo las muertes por alzhéimer y otros tipos de demencia se han duplicado desde 2005 en Alicante. En ese año, los fallecidos por estas enfermedades fueron 705, mientras que en el último año han sido más de 1.300 las personas que han muerto como consecuencia de estas enfermedades degenerativas.
Actualmente, se estima que un 7% de la población mayor de 64 años padece alzhéimer o demencia, lo que en la provincia de Alicante equivale a 130.760 personas afectadas. El futuro no es muy optimista, ya que a falta de una cura de la enfermedad, los casos de alzhéimer no dejan de aumentar. «A los 80 años el riesgo de padecer la enfermedad es de un 30% y a partir de los 60 años este riesgo se va duplicando cada 5 años», explica María José Sáenz, responsable de la sección de Neurología del Hospital de San Vicente y coordinadora de la Unidad de Neurología, Conducta y Demencia, de referencia para toda la provincia de Alicante. En esta unidad participan en ensayos clínicos para probar nuevos medicamentos que arrojen un poco de esperanza. «Actualmente todos los esfuerzos están centrados en encontrar terapias en la fase de deterioro cognitivo leve para así frenar el avance de esta enfermedad», explica Sáenz. Aunque con un poco de suerte estos medicamentos llegarán a medio plazo, hoy ya es posible diagnosticar la enfermedad en fases muy precoces, cuando apenas hay deterioro y sólo pequeños fallos de memoria, de forma que el paciente sigue llevando una vida normal. «Tenemos a nuestra disposición marcadores biológicos con los que detectar la dolencia, por ejemplo a través de punciones lumbares. También pruebas de imagen que se realizan en gente joven cuando la punción no es determinante o en pacientes que toman anticoagulantes, a quienes no se puede hacer esta prueba que es más invasiva».
Este diagnóstico cada vez más temprano está llevando a que la edad de los pacientes baje, «no por el hecho de que afecte a gente cada vez más joven, sino porque se diagnostica antes». Los que sí es un hecho es que cada vez son más los años que una persona puede llegar a vivir con la enfermedad. «Antes eran seis o siete y actualmente ya hay gente que vive con alzhéimer hasta 15 años. Todo porque somos capaces de controlar mejor las patologías asociadas a la dolencia». En este sentido, la responsable de Neurología del Hospital de San Vicente recuerda que, como otras enfermedades degenerativas, el alzhéimer por sí solo no causa la muerte. El paciente se va degradando y al final muere por otra patología, generalmente por neumonía.
De todos los casos que se diagnostican de alzhéimer, en torno al 20% son de origen genético, a causa de la mutación de tres genes muy concretos. En este grupo de enfermos también radica la esperanza para poder detectar la dolencia antes de que dé algún síntoma. También para saber qué ocurre en un organismo que previamente está sano. En el Hospital de San Vicente tienen diagnosticados casos de alzhéimer hereditario. «A estas familias le proponemos que vayan a Barcelona, donde se están realizando varios estudios en este terreno».
En el campo de las demencias existen hasta 60 causas que las provocan, «pero muy pocas son tratables, por ejemplo, las ocasionadas por tumores benignos». La inmensa mayoría, señala Sáenz «son vasculares y degenerativas». Dentro de estas últimas, «el alzhéimer es la más habitual, seguida de la denominada demencia de los cuerpos de Levi y la fronto temporal, que es la más frecuente por debajo de los 65 años».
