Seis minutos y medio de mascletà dañan la fuente de Luceros el doble que un día entero de tranvía y tráfico. Ésta es la demoledora conclusión de uno de los estudios sobre el impacto de los fuegos artificiales sobre el monumento de Bañuls que encargó el Ayuntamiento a expertos en mediciones sonoras (un segundo fue realizado por ingenieros de la Universidad). Dado que el deseo del gobierno local es mantener la pirotecnia de Hogueras en Luceros, y ante el riesgo de más agrietamientos y desprendimientos, este año se van a introducir una serie de medidas correctoras, entre ellas el refuerzo del monumento con un material antivibración. Un reto que se aproxima puesto que el sábado 3 de junio se disparará la primera de las doce que habrá este año, la mitad fuera de concurso.

La mejora de la protección de la fuente pasa por la instalación de un elemento aislante, en concreto lana de roca, sobre los cajones que durante las mascletàs tapan los caballos de Bañuls. Estos cajones, de acero galvanizado y cinco metros de altura, se instalan desde 2014 a modo de cerramiento con capacidad fonoabsorbente sobre los cuatro corceles, que quedan tapados. El Ayuntamiento quiere reforzar con el material fabricado a partir de roca volcánica la capacidad aislante de estos elementos. «Los estudios concluyen que la mascletà puede seguir en Luceros pero con medidas correctoras encaminadas a reducir las oscilaciones. Porque el problema no es tanto el ruido, la pólvora o los elementos en suspensión, lo que más ataca a la fuente son las vibraciones», señala el edil de Cultura, Daniel Simón.

La próxima semana se celebrará una reunión con los técnicos municipales en la que se establecerán más medidas encaminadas a amortiguar el impacto de los fuegos sobre el emblemático monumento. El Ayuntamiento baraja alejar la pirotecnia más potente de la zona que más sufre, la parada del TRAM, a causa, según recordó el edil de Guanyar, de la plataforma de hormigón que se instaló en la estación. «Ahí el suelo está hueco y la vibración de los fuegos repercute mucho en la fuente». De ahí que se pretenda el traslado de los fuegos con percutores a suelo macizo y la instalación de amortiguadores sobre el pavimento para suavizar el daño.

Los técnicos, entre ellos la restauradora municipal, tendrán que refrendar ese traslado a suelo macizo de los morteros del terremoto final, añadiendo una plataforma sobre amortiguadores para que no se transmitan a tierra las vibraciones. Los técnicos aprecian que las losas de hormigón que se colocaron en algunos tramos de la plaza cuando se hizo la terminal del tranvía se han convertido en una caja de resonancia que transmite las oscilaciones, de ahí que propongan alejarlos y colocarlos en suelo macizo.

También se apunta a la instalación de aislantes bajo los morteros que se utilizan para lanzar los fuegos aéreos, que al activarse, golpean el suelo, según informa el Ayuntamiento, siendo responsables de la mayoría de vibraciones que afectan a la fuente.

El departamento de Ingeniería Civil de la Universidad de Alicante que hizo uno de los informes sobre los daños de la fuente a petición del Ayuntamiento realizará mediciones de las vibraciones in situ para corroborar sus anteriores conclusiones. Este año se ha recortado el tiempo de la mascletà en un minuto (tendrá que durar un mínimo de cinco y medio), para que los pirotécnicos usen menos pólvora, lo que redundará en menos impacto.