La recesión ha supuesto la destrucción de 478.000 puestos de trabajo en la Comunidad Valenciana aunque en este aspecto empieza a haber índices esperanzadores sobre todo en Alicante, provincia en la que entre 2013 y 2014 se han creado 28.500 trabajos nuevos y el paro se ha reducido en 15.400 personas mientras que Valencia y Castellón siguen perdiendo empleo. En el caso de empleo juvenil los datos son especialmente desesperanzadores. Así se ha pasado de un 20% de paro juvenil antes de la crisis a una cuotas cercanas al 60% en el segundo trimestre de 2014. En el estudio del Observatorio de Investigación sobre la Pobreza se indica además que «casi un 60% de los menores de 25 años ni tienen ni buscan empleo (ante las pocas perspectivas de hallarlo), y más de la mitad de los que sí lo hacen, no encuentran trabajo». A juicio de Eduardo Esteve y Enrique Lluch, que han analizado los indicadores sociales del estudio, «se trata de unas cifras peores que las que se dan en el ámbito nacional y preocupantes por las consecuencias de cara al futuro». Estos investigadores consideran que las cifras de empleo en la Comunidad se han estabilizado entre 2013 y 2014 y en el segundo trimestre de 2014 han experimentado un ligero incremento. Sin embargo, «los indicadores de salario y tipo de contrato apuntan a que esta recuperación del empleo no va a corregir totalmente los efectos negativos que ha tenido el empeoramiento del mercado de trabajo en la pobreza y las desigualdades» debido a que «las nuevas contrataciones tienen unas condiciones más precarias que las anteriores». Además, en el informe se reseña que «el impacto de la reforma laboral al reducir el coste del despido no parece haber mejorado la creación de empleo sino facilitado su reducción. La flexibilización del mercado de trabajo no supone, por tanto, un cambio de tendencia en la evolución del mercado laboral».
