El grupo popular en el Ayuntamiento, que tuvo la lista más votada en las elecciones de 2015, sólo asumirá la Alcaldía de Alicante «por imperativo legal», es decir, si el mandatario socialista, Gabriel Echávarri, al que una juez acaba de sentar en el banquillo, dimite y el tripartito es incapaz de lograr el apoyo de 15 ediles para la investidura de un nuevo regidor.

Así lo aseguró ayer su portavoz, Luis Barcala, quien indicó que el objetivo que se han marcado es ganar las elecciones de 2019. Por su parte, Ciudadanos (Cs) dejó en el aire a quién apoyará: su portavoz, Yaneth Giraldo, eludió pronunciarse sobre si preferían a otro edil del tripartito o al popular Luis Barcala, limitándose a decir que el tripartito «lo tenía muy fácil tras la época tan mala que se vivió con el PP y no han hecho nada para mejorar esa situación».

Giraldo sí que relacionó la situación actual del Ayuntamiento con la comisión de investigación del fraccionamiento de los contratos en el área de Comercio que su grupo solicitó y que se creó en abril. «El torpedeo que sufrió desembocó en que Ciudadanos también acudiera a los juzgados a denunciar. Siempre hemos sido muy respetuosos con la justicia y nunca hemos pedido hasta ahora dimisiones pero, llegados a este punto, pedimos la dimisión del alcalde porque esta situación es insostenible para el equipo de gobierno y, sobre todo, para la ciudad», dijo Giraldo.

Ciudadanos pidió coherencia a Compromís y que cumpla con su anuncio de que en breve presentará los documentos administrativos para abandonar sus competencias. Giraldo dijo que Alicante atraviesa por una situación «muy difícil y complicada». Por ello consideran que lo principal es que Echávarri dimita, «y si no lo hace que sus socios actúen en consecuencia, como han dicho que harán (abandonando las competencias) para sentarnos en una mesa a dialogar».

Por su parte, Barcala se abstuvo de pedir ayer la dimisión de Echávarri. «Para nosotros la línea roja está en que el auto de procesamiento sea firme (cabe recurso). Así viene en nuestros estatutos nacionales. Cuando la resolución sea firme exigiremos con firmeza su dimisión aunque ya lo hemos pedido por coherencia a quien desde la oposición reclamaba ceses ante una investigación judicial. Que se aplique el cuento con lo que ha estado predicando».

El portavoz popular se mostró muy crítico con Compromís, «que parece que da un nuevo bandazo y decide entrar en una carrera para irse del gobierno municipal antes que Guanyar, que mantiene el plazo dado al alcalde para que se marche antes del 15 de noviembre». «Una ética de chicle es lo que practica Compromís», dijo.

En cuanto a los concejales tránsfugas, tanto Nerea Belmonte como Fernando Sepulcre reclamaron la renuncia de Echávarri. Belmonte considera que la marcha de Compromís del gobierno llega tarde, «igual que llega tarde Guanyar» (formación a la que pertenecía la edil). Y añadió que cuando haya candidatos sopesará a quién apoyar. Por su parte, Sepulcre se ofreció a negociar su apoyo a un gobierno para evitar que el Ayuntamiento quede bloqueado y pierda inversiones.