La polémica por el cierre comercial los domingos y festivos en Alicante y por la decisión de Costa Cruceros de no hacer escalas en el Puerto en 2018 ha llegado a las Cortes Valencianas. A una pregunta parlamentaria de la diputada del PP María Teresa Parra al respecto, el conseller de Economía, Rafa Climent, le ha respondido: "Los turistas no vienen a comprar televisiones de 55 pulgadas ni neveras".

Climent se ha pronunciado de este modo al responder a una pregunta formulada por Parra sobre las repercusiones del cierre del comercio los domingos en Alicante, que ha achacado directamente con la decisión de la naviera italiana Costa Cruceros de dejar de operar en Alicante. Parra ha responsabilizado al conseller Climent y a la política prohibicionista de Compromís de "provocar la huida de cien mil cruceristas de Alicante con la pérdida de 3,5 millones de euros al año".

"Esto es un problema de actitud y aptitud", ha afeado Parra al conseller, según recoge Europa Press. Asismimo, la popular ha criticado a la Generalitat por no ser capaz de crear un marco jurídico "moderno y adaptado a la vida del consumidor actual". "No se han dado cuenta de que los hábitos del consumidor han cambiado, se han quedado anclados en el pasado y no están luchado por el mercado y consumo actual", le ha dicho en relación al cierre comercial en domingos desde el pasado mes de septiembre.

En su respuesta, Climent ha tachado de "extravagante" ligar la regulación de las Zonas de Gran Afluencia Turística (ZGAT) con la decisión de esta compañía y ha considerado que está "fuera de la realidad y crea una falsa alarma".

El conseller ha reivindicado a Alicante como una ciudad con muchos alicientes turísticos, monumentos, museos, atractivos urbanos, ocio y reconocida gastronomía y ha destacado, en este sentido, que el número de cruceristas ha aumentado un 170% desde 2014 al pasar de 29 cruceros y 34.500 pasajeros en 2014 a 47 barcos y 94.000 visitantes este año.

Perfil del crucerista

Según Climent, el crucerista que viene a Alicante es un turista principalmente extranjero, que viaja en pareja por relax, con una escala media de 4 horas para visitar principalmente el centro histórico de la ciudad y lugares de relevancia como el Castillo de Santa Barbará y el paseo marítimo y que gasta una media de 48 euros en souvenirs, comida, transporte y bebida. "No vienen a comprar televisiones de 55 pulgadas ni neveras", ha subrayado.

Además, ha remarcado que la decisión de una compañía de cambiar sus rutas y escalas es "completamente normal". "Todas las navieras planifican para sus clientes rutas variadas y hacen cambios en sus itinerarios en un cierto periodo de tiempo para hacer su oferta más atractiva y novedosa". "El Consell seguirá trabajando para añadir rutas interesantes y mejorar la oferta turística en la Comunidad".