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El día después de la Peregrina

Los puestos de artesanía y de dulces del convento atrajeron a numeroso público, así como los oficios religiosos. Los servicios de limpieza recogieron la mitad de basura que en 2017 por la presión contra el botellón

El día después de Santa Faz

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El día después de la Peregrina ha congregado durante toda la jornada a decenas de alicantinos que han optado por acercarse hasta la pedanía con una mayor tranquilidad, tras la intensa jornada de ayer en la que los honores a San Vicente Ferrer, la lucha contra el consumo de alcohol y la devoción mostrada por decenas de miles de alicantinos destacaron en el 529 aniversario de la romería.

Porque la de ayer, fue un año más, una Peregrina masiva. Aunque el concejal de Seguridad, Fernando Marcos, dijo que hasta mediodía había participado menos gente que otros años, luego se cumplieron los habituales 200.000 ó 250.000, que la alcaldesa en funciones, Eva Montesinos, elevó a 300.000 personas.

La Peregrina tiene su origen en el 17 de marzo de 1489 y viaja hasta el citado monasterio porque es allí donde se guarda uno de los pliegues del sudario que utilizó la Verónica para secar el rostro de Cristo en su camino al monte Calvario. Lo que se conmemora es el Milagro de la Lágrima que, según la tradición, se produjo aquel día hace 529 años cuando el lienzo se sacó en rogativa para que lloviera. Según las crónicas, una lágrima salió del rostro de Jesús y empezó a llover.

Los alicantinos seguirán llegando a la Santa Faz durante todo el fin de semana, ataviados con cañas y vestidos con el típico blusón negro de labrador y el pañuelo azul y blanco. En la pedanía podrán asistir a los oficios religiosos, comprar en los puestos de artesanía o en los de dulces de las monjas Clarisas, o recuerdos en la tienda de las hermanas de clausura que custodian durante todo el año la Reliquia.

Este año ha sido el de la vuelta a la tradición pues la presión policial gracias al dispositivo preparado por el Ayuntamiento y la subdelegación de Gobierno ha surtido su efecto y el botellón juvenil que en los últimos años se celebraba de forma paralela a la romería ha sido mucho menor. De hecho se requisaron nueve carros con bebida frente a los 400 del año pasado, y la basura acumulada ha sido menor, 6.000 kilos recogidos por la empresa de limpieza UTE Alicante frente a los 12.000 kilos de 2017.

Además, 40 personas entre voluntarios de Cruz Roja y personas con movilidad reducida han acudido durante la jornada de hoy al monasterio. Mañana irán una veintena de personas más.

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