La hoguera Plaza Ruperto Chapí, que planta un racó en la calle Castaños, negó ayer cualquier tipo de responsabilidad en los desprendimientos registrados en la fachada lateral del Teatro Principal, por los que el Ayuntamiento anunció que abriría un expediente sancionador. «No solo no hemos producido los daños al Teatro que se nos imputan, sino que siempre hemos protegido el edificio como se puede demostrar [en las fotografías que prevén remitir al Ayuntamiento]. Protegimos el edificio, evitando que nadie pudiera acercarse a las paredes del Teatro durante las fechas de Hogueras», señaló ayer el presidente de la comisión festera, Eduard Martí, quien además resaltó que el edificio, catalogado como Bien de Relevancia Local, se encuentra en «malas condiciones por el problema de humedades que sufre desde hace años».

Como entidad cultural, la hoguera de Plaza Ruperto Chapí, cuyo monumento fogueril se planta en la intersección con la calle Bailén, quiso también reclamar a los responsables del Teatro Principal (en alusión al Ayuntamiento de Alicante y el Banco Sabadell) que «actúen con la celeridad necesaria para conservarlo».

Esta fue la respuesta de ayer de la hoguera Ruperto Chapí ante la decisión del Ayuntamiento de Alicante de abrirle expediente sancionador por los desprendimientos registrados en el lateral del Teatro Principal que da a la calle Castaños. En la mañana de ayer todavía eran visibles los restos de fachadas sobre el pavimento de una vía peatonal muy transitada.

La caída de parte de la fachada se localiza a un metro y medio de altura, aproximadamente, y entre la zona de las taquillas y la esquina con el frontal del Teatro Principal. «Los daños se derivan, presuntamente, del racó de la hoguera Ruperto Chapí, que situó el paso de los peatones al otro lado, junto a los locales comerciales», señaló el pasado martes el concejal de Fiestas y Ocupación de Vía Publica, José Ramón González.