La provincia de Alicante vive en pleno despegue del autoconsumo energético. La evolución al alza y continua de la factura de la luz (en agosto marcó un récord histórico en el mercado eléctrico y esta misma semana otro), los avances tecnológicos en equipos fotovoltaicos y de almacenaje energético, y las ayudas financieras de la Generalitat Valenciana a los proyectos de autoabastecimiento, han consolidado una corriente que favorece el medio ambiente y el bolsillo. Y de este carro ecológico están tirando las pequeñas y medianas empresas, los ayuntamientos e incluso los particulares.
Alicante lidera este año la petición de ayudas (préstamo hasta a 10 años sin intereses) de pymes y ayuntamientos al Consell para desarrollar proyectos de autoabastecimiento con 25 solicitudes frente a las 27 que suman Valencia y Castellón. Estas ayudas aportadas por la Conselleria de Economía Sostenible, a través de la unidad de Energía del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace), confirman el citado despegue.
Las iniciativas en la provincia han pasado de cinco el pasado año a 25 en 2018 y la inversión en autoconsumo se ha duplicado de largo, de 1,83 millones a 4,65 millones. En total, el IVACE ha recibido 53 proyectos de autoconsumo de los que 25 son iniciativas de Alicante, 17 de la provincia de Valencia y las 10 restantes de Castellón.
La mayor parte de los proyectos proceden de pymes de la provincia, algunos ya ejecutándose, como Hermanos Aguirre Pastor (Benissa), Fisionatura (L'Alfàs) o Textil Athenea de Villena, que con una potencia de 2,2 megavatios está completando la instalación de autoconsumo más grande de España.
El consejero delegado de esta empresa pionera, Eliseo Ribera, explica que su proyecto está al 65% ejecutado y que su motivación es principalmente de concienciación medioambiental como hecho distintivo de su marca. «Ya disponemos de una caldera de biomasa para producir vapor con el que tratar nuestros tejidos. Ahora, apostamos de nuevo por la innovación y la sostenibilidad. El futuro del sector textil pasa por ello».
A las industrias se han unido ayuntamientos como Algorfa y Castalla, con ambiciosos proyectos. El alcalde de este último municipio, Antonio Bernabeu, asegura que su objetivo es «ser autosostenibles energéticamente hablando y estamos convencidos de que Castalla va a ser un referente de autoconsumo que animará a invertir a otros ayuntamientos».
Se trata del segundo año que se lleva a cabo esta iniciativa de la Generalitat que pretende contrarrestar la paralización de proyectos de autoconsumo por la normativa que aprobó el anterior Gobierno central. Se trata de una línea de préstamos bonificados a interés 0% y a retornar en hasta 10 años en cuotas semestrales, con un importe del préstamo que puede alcanzar los 500.000 euros partiendo de un presupuesto de 2,4 millones.
Según explica el conseller Rafael Climent, «esta fórmula de financiación totalmente bonificada facilita afrontar las inversiones e ir cubriendo progresivamente las amortizaciones del crédito con los ahorros económicos que la propia instalación genera. Es una modalidad de apoyo público mucho más intensiva en presupuesto que los incentivos a fondo perdido». También muestra Climent su satisfacción por el aumento de los proyectos presentados que, a su juicio «demuestra que esta línea es acertada y nos anima a continuar. Sabemos que es una carrera a medio plazo pero este aumento tan notable de las cifras refleja que las señales que estamos enviando a la sociedad de que el autoconsumo es posible -y este Consell apuesta firmemente por su impulso en todos los ámbitos- está calando entre las empresas y las entidades».
Consumidor doméstico
Junto a la línea de financiación dirigida a empresas y entidades, el Ivace ofrece al consumidor doméstico una deducción fiscal neta del 20% del coste del proyecto en el tramo autonómico del IRPF. En el caso de los particulares se ha apostado por la fórmula de la deducción fiscal porque, frente a la subvención a fondo perdido, supone una simplificación al máximo del trámite documental y una mejor opción económica para el particular, ya que esta ayuda incluye el IVA en el cómputo y no tiene después que tributarse por ella.
Esta medida se puso en marcha el 1 de enero de 2017, con lo que la campaña de la renta de este año ha sido la primera en la que se podía obtener esta deducción fiscal en el tramo autonómico. Además, la base máxima de deducción es de 8.000 euros y no se establecen límites máximos en las bases de tributación a la hora de determinar la base máxima anual de la deducción. Sin poder disponer aún de cifras exactas sobre cuántos consumidores domésticos se han acogido a esta deducción, fuentes de la Conselleria aseguran que se espera que los proyectos se multipliquen este año. Uno de los factores que, sin duda, contribuye a ello es la campaña divulgativa lanzada por el Ivace en la Comunidad, bajo el lema «El autoconsumo es cosa de todos» y con el mensaje principal «Genera tu propia energía».
Las empresas instaladoras coinciden en que «el auge del sector es notable. Y todavía se ha hecho más evidente este verano», expone Luis Navarro, gerente de la empresa promotora Cubierta Solar.
Rentabilidad
Los ciudadanos «están cansados de escuchar numerosos motivos para que les suban la factura de la luz», apunta Navarro, quien augura que el mercado seguirá al alza. «Las empresas ya están negociando el suministro de 2019 con un aumento del 20% del coste energético», señala, a la vez que destaca que «la rentabilidad del autoconsumo es mayor cuanto mayor es el precio de la energía y, además, el coste de la instalación es igual aquí que en Cantabria, pero en Alicante la radiación solar es mucho mayor».
De hecho, la provincia de Alicante posee unas condiciones especialmente favorables, que la sitúan como lugar idóneo para el desarrollo del autoconsumo a través de la energía solar. Cuenta con un nivel de radiación solar 5, el mayor existente, lo que supone una mayor radiación solar que en el resto de España. Por lo tanto, las instalaciones producen más electricidad que la media y resultan más rentables. Alicante presenta una media de 2.864 horas de sol anuales, una de las mayores de toda España.
A los elevados niveles de radiación solar se une el modelo de desarrollo industrial, basado en pymes, lo que comporta un gran potencial de superficie de cubiertas disponible para albergar instalaciones. Las empresas, «de media, pueden cubrir entre el 60 y el 85% de sus necesidades energéticas», asegura Luis Navarro.
Alicante cuenta, además, con una red eléctrica muy mallada, de elevada capacidad, así como una amplia oferta de empresas del sector de la energía solar fotovoltaica con experiencia en el desarrollo de instalaciones.
Para el consumidor doméstico, las instalaciones también son rentables. Se esperan unos 200 proyectos este año en la Comunidad y sus porcentajes de aprovechamiento rondan el 50-60%, con casos destacados como el de Adrianus Petrus, holandés afincado en Altea La Vella. «Normalmente estoy cubriendo el 95% de mis necesidades gracias a mi instalación, que incluye baterías para almacenar la energía producida», explica.
«Impuesto al Sol»
Contrario al auge del autoconsumo está el conocido como «Impuesto al Sol», es decir, pagar por la propia energía que uno se autogenera. En estos momentos, los únicos afectados son las empresas, en ningún caso los particulares, pero según todos los presagios, «el impuesto al sol, que sólo se aplica en España, pasaría a ser ilegal según las normas de la Unión Europea», concluye el conseller Rafael Climent, que ya ha solicitado su retirada al Gobierno de España.
