Una nueva entrada de aire seco y el fuerte grado de humedad que hay en la provincia (entre 40%y 70%) va a provocar que mañana sábado Alicante registre uno de los días más sofocantes y bochornosos del verano con máximas de entre 36 grados en muchos puntos de la costa, Alicante entre ellos, y de cerca de 39 en el interior. Un día tórrido que, sin embargo, dará paso a un domingo mucho más suave en el que incluso habrá "bajón" térmico de cinco grados en todos los municipios del provincia. Así, mientras que la Agencia Estatal de Meteorología anuncia 36 grados de máxima en Alicante para este sábado, el domingo la previsión es que el termómetro no supere los 30 grados.

Situación bien diferente a la del resto de España donde la llegada de un frente procedente del Atlántico está dejando precipitaciones en el noroeste del país que hoy se extenderán a buena parte de la Península y que provocará un descenso térmico de entre 4 y 10 grados centígrados, según la Agencia Estatal de Meteorología.

La portavoz de la Aemet Delia Gutiérrez, ha explicado a Europa Press que el "pico" de calor ya ha pasado y el frente conllevará "un cambio de aire" que se notará sobre todo en Galicia, en el oeste de Castilla y León, en Extremadura y Andalucía occidental. Hoy se extenderá a toda España, menos a la franja pegada al Mediterráneo y Baleares, adonde llegará el sábado.

Ese frente dejará lluvias y sobre todo las bajadas de temperatura en la mitad norte pueden llegar a ser de 8 a 10 grados centígrados, lo que según la portavoz es "un cambio muy importante" especialmente para el Alto Ebro, donde están padeciendo "mucho calor". En el resto del país la bajada térmica será de unos 4 grados centígrados.

Mañana, Gutiérrez prevé un día parecido en cuanto a la posibilidad de chubascos y tormentas, sobre todo en la mitad norte pero el domingo, de nuevo, se estabilizará el tiempo y las precipitaciones "quedarán confinadas a Cantábrico y Pirineos y las temperaturas volverán a subir de nuevo" y, aunque no serán tan altas como las de este jueves de nuevo el lunes volverán a registrarse valores más altos de lo normal para estas fechas con carácter generalizado.

Un verano de contrastes. Hoy llueve en el País Vasco, el martes pasado en San Sebastián, se alcanzaron 39 grados centígrados, la temperatura más alta desde que ese observatorio tiene registros, es decir en los últimos 91 años.

En Salamanca se observó el martes una mínima de 20,4 grados centígrados, que supera al anterior récord de julio que eran 20,3 grados centígrados pero que no llega a la mínima más alta histórica en Salamanca que fueron 22,1ºC en junio de 2017 y el día anterior también hubo dos efemérides de temperaturas mínimas en Ávila y Segovia.

Otra de las situaciones significativas de esta semana han sido las precipitaciones y tormentas que este martes dejaron 7.581 rayos de nube a tierra en el entorno de la Península.

La portavoz señala que las zonas más afectadas por las tormentas fueron por la mañana la Sierra Morena y Extremadura y por la tarde las dos Castillas y el alto Ebro y precisa que solo en Castilla y León cayeron 2.298 descargas eléctricas.

"Hubo tormentas muy fuertes, con precipitaciones muy irregulares", ha comentado Gutiérrez que indica que se han contabilizado datos "muy llamativos" como el de Pedraza de Alba Vallelargo (Salamanca) donde se recogieron 44,8 litros por metro cuadrado, de los que 23,8 litros cayeron en solo diez minutos. "Eso es lluvia torrencial, aunque fue muy poco duradera. El típico chaparrón de verano, corto e intenso y que estuvo acompañado de granizo", añade.

Además de ese dato, ha destacado las precipitaciones que sumaron en Villameca (León), con 38,2 litros de los que en 10 minutos se recogieron 8,6 litros; en Astorga, con 31,4 litros por metro cuadrado; en San Pablo de los Montes (Toledo), con 27,4 litros por metro cuadrado.