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El infierno de la Albufereta

Los vecinos denuncian «el caos diario» generado por las retenciones de tráfico en las principales avenidas del barrio a causa de las obras en la rotonda de la Isleta

Tráfico en la rotonda de la Isleta durante una tarde. Jose Navarro

Un kilómetro en 30 minutos. Los vecinos del barrio de la Albufereta viven desde hace cuatro meses un auténtico tormento de atascos y retenciones de tráfico por toda la zona. Históricamente, siempre ha sido un tramo complicado respecto a la circulación vial, pero el panorama para los residentes ha empeorado debido a que, desde el mes de julio, el Ayuntamiento de Alicante inició las obras de renovación y acondicionamiento del entorno de la Isleta. Estas actuaciones atrapan a centenares de conductores todos los días, especialmente en hora punta. Por ello, los propios vecinos denuncian que una zona con un alto flujo de tráfico lleva más de cuatro meses ocasionando graves problemas de ruido y de polución, al tiempo que resaltan que los mismos operarios de las actuaciones trabajan entre los vehículos al carecer de espacio para desplazarse en los lugares de trabajo. Al respecto, fuentes del área de Urbanismo sostienen que «son conscientes del escenario que soportan los vecinos de la Albufereta» y que intentarán «finalizar la actuación lo antes posible». El calendario de ejecución de las obras establece que deben estar acabadas en diciembre para que el ejecutivo local no pierda la subvención europea con la que se ha cubierto la inversión de 400.000 euros para dichas actuaciones.

Esta obra no ha hecho más que acentuar un problema histórico que sufre el distrito con la circulación. La Asociación de Vecinos de la Albufereta señala que los trabajos de acondicionamiento, por provisionales que sean, «están generando un caos para los residentes y para el propio barrio». Indica que aquellas personas que viven en los aledaños de la Avenida de la Condomina y de la Costa Blanca tienen que bordear gran parte de la zona para poder desplazarse hacia el centro de Alicante, llegando a tardar una media hora para recorrer menos de dos kilómetros, tal y como resaltan los damnificados. «Todo este embolado es fruto de una mala gestión municipal, porque el barrio se ha convertido en un laberinto para los conductores y el Ayuntamiento tiene constancia de ello desde hace más de 20 años, pero nunca han mostrado interés en solucionarlo», resalta Ernesto Jarabo, presidente de la Asociación de Vecinos. Los residentes entienden que una vez finalice la obra la situación se suavizará, pero recuerdan que el problema principal para circular por la calles «seguirá existiendo» por la carencia de actuaciones urbanísticas por parte de la administración local.

Accesibilidad

Asimismo, el colectivo vecinal expone que el barrio contiene numerosos «puntos conflictivos» que son los que generan tal cantidad de retenciones y problemas en la circulación de vehículos por la zona. Uno de los señalados es, precisamente, la rotonda de la Isleta. Un acceso para aquellos que vienen del centro, y una de las pocas salidas que hay para los vecinos del sector. Este emplazamiento está conectado con otras rotondas a través de la Avenida de la Condomina y la Avenida de la Costa Blanca.

Los residentes exponen que desde 1994 se ha solicitado al Ayuntamiento el acondicionamiento de la calle Zeus y la construcción de dos glorietas para «mejorar la accesibilidad y la circulación del tráfico por todo el barrio». Mientras, este medio ha tenido acceso a varios informes de tráfico que avalan las actuaciones solicitadas por la Asociación de Vecinos fechados de 2015 y 2018. Por ello, los residentes critican que varios gobiernos locales han sido conscientes de las necesidades y reivindicaciones sobre el tráfico y «siempre se ha puesto como excusa la falta de financiación».

En concreto, el colectivo indica que el cruce de la calle Zeus, otro de los más conflictivos, requiere la construcción de una rotonda para facilitar la salida hacia el centro de la ciudad y la entrada a la playa de San Juan. «Llevamos muchos años denunciando este escenario pero desde la administración responden que una parcela privada dificulta la construcción de la glorieta», advierte Jarabo.

Por último, otro de los puntos que indican los vecinos es la rotonda de Paqui Veza. Es el único punto que sirve a los conductores que vienen desde la Avenida de la Costa Blanca y alrededores para un cambio de sentido y poder dirigirse hacia el centro de la ciudad. Los residentes ya trasladaron la semana pasada toda esta problemática al edil de Urbanismo del Ayuntamiento de Alicante, Adrián Santos (Cs), en una reunión mantenida en el consistorio. El concejal recogió todas las inquietudes y necesidades del colectivo pero manifestó a los mismos que «no se puede promover nada hasta que no exista un proyecto firme con una financiación».

Los vecinos han solicitado también cambios en el pavimento y asfaltado en gran parte de las aceras de todo el barrio.

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