Una pizzería regala mil pedidos a sanitarios y cuerpos de seguridad

Pizzas solidarias para aquellos que combaten contra la propagación del coronavirus entre la sociedad española. La crisis del Covid-19, que mantiene confinada en sus hogares a la población, está despertando el lado más solidario de muchos trabajadores y trabajadoras con los que están al pie del cañón. En pleno escenario de cuarentena y colapso en los centros médicos por la expansión de la pandemia, la pizzería Pizza Exprés, con locales en Mutxamel y El Campello, lleva una semana repartiendo pedidos de forma solidaria a los sanitarios y efectivos de seguridad que batallan en primera línea contra el Covid-19. Tirando de ahorros, la pequeña mercantil tiene previsto completar dos semanas de repartos «hasta que la hucha aguante» y sin tocar la plantilla.

Todos los días, de forma incansable, la plantilla de este negocio «de pueblo», como ellos se denominan, han llevado pizzas al hospital de Sant Joan y a los centros de salud de Mutxamel y El Campello. «Hemos repartido más de 1.000 pedidos gratis entre Policía Local, Protección Civil, Guardia Civil y sanitarios de estos municipios», explica uno de los impulsores de la idea, el empleado Esteban García. Cada vez que llegan a nuevo destino, son recibidos entre aplausos y vítores. Su última acción fue la de transportar, en 18 motos, más de 70 pizzas al hospital de Sant Joan y a varias farmacias de la zona este pasado fin de semana. Los repartidores llegaron en 18 motos para despertar una sonrisa a aquellos que están expuestos al virus y trabajan a destajo para combatir su expansión. Los responsables de esta acción altruista afirman que ahora pondrán rumbo a Busot, Xixona y San Vicente para seguir abasteciendo a los profesionales de forma gratuita. «Lamentablemente no podemos cubrir todos también a Alicante, no tenemos tantos recursos», añade García.

Tanto él, como la jefa del negocio Clara Blasco, mantienen el reparto activo y siguen mandando pizzas por toda la comarca, y sin haber despedido a ningún trabajador. La pizzería cuenta con establecimientos en Mutxamel y El Campello, con una plantilla que alberga a una veintena de trabajadores. «No queremos a despedir a nadie, seguiremos estos días para intentar que todo el mundo reciba comida en forma de agradecimiento y así aportar nuestro gratino de arena», indica Blasco. El pequeña empresa ha sufrido, debido al estado de alarma, una bajada del 90% en sus ventas, y aún así, estan tirando de ahorros para mantener a los empleados y seguir prestando este servicio altruista.

Ambos responsables de estas actuaciones explican que la idea de ayudar surgió la expansión del coronavirus obligó al confinamiento de la sociedad en sus hogares, un escenario que les impulsó a trabajar para ayudar a los colectivos que «iban a estar desbordados». De momento, la previsión es que los repartos solidarios continúen esta semana, dicen, «hasta que el dinero dé de si». Cuentan y enseñan por redes sociales toda su actividad solidaria y anuncian que «no dejarán de lado a los profesionales y trabajadores de Busot y Xixona», puesto que ya están preparando otro cargamento de pizzas para enviarlas en las próximas horas. Al igual que para los equipos sanitarios de San Vicente del Raspeig. Asimismo, la acogida de sus acciones altruistas está siendo muy buena en internet por parte de sus seguidores. La llegada del equipo de casi 20 repartidores al Hospital de Sant Joan generó mucho expectación y fue recogida por muchos teléfonos. Aunque admiten que las caras de alegría de los sanitarios y cuerpos de seguridad cuando reciben las pizzas «no se paga con dinero». Un digno reconocimiento para esta pequeña firma por aportar su pizca de solidaridad y sabor en plena cuarentena.