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La Generalitat autoriza la reapertura de mercadillos para productos alimentarios

La Conselleria de Sanidad publica este sábado la resolución que regulará la celebración de los mercados de venta no sedentaria que reclamaba el sector

Mercadillo en Alicante el 12 de marzo, justo antes de declararse el estado de alarma. ALEX DOMÍNGUEZ

El Diario Oficial de la Generalitat publicó ayer la resolución que regulará la reapertura de los mercadillos de venta no sendentaria en toda la Comunidad Valenciana, exclusivamente para los productos alimentarios, desde el próximo 30 de abril. La Conselleria de Sanidad, a propuesta de la de Agricultura, ha fijado en una resolución las condiciones para la apertura de los mercados de venta no sedentaria de productos de primera necesidad durante el estado de alarma, entre ellas la separación de 2,5 metros entre puestos y una distancia de 2 metros con el cliente.

La resolución recoge que los mercados no sedentarios podrán adaptarse o mantener su actividad en los lugares habituales siempre y cuando se desarrollen en espacios, cubiertos o no, delimitados con vallas u otro medio que permita marcar los límites, garantizar el control de afluencia, la separación de establecimientos y la distancia social.

Se podrán celebrar mercados en espacios cubiertos y no cubiertos habilitados para ello, y los mercados que no puedan mantener la actividad en un entorno cerrado tendrán que trasladar su ubicación a las instalaciones deportivas o de otro tipo que adoptan medidas de control para dosificar el aforo. Solo se permitirá puestos de venta de productos exclusivamente alimentarios y de primera necesidad, excluyendo hostelería y restauración, y los puestos deberán estar separados por una vía de tránsito y con una distancia mínima entre ellos de 6 metros, con una separación lateral mínima de 2,5 metros. Dentro de un puesto, los vendedores deberán guardar una distancia de 2 metros y, si no es posible, solo podrá haber uno, entre otros detalles.

Los consumidores también reclamaban esta medida puesto que encuentran en estos mercadillos una relación calidad y precio superior a las grandes superficies y supermercados. Además, los mercaderes mantienen una estrecha relación de confianza con sus clientes, hasta el punto de haber podido adaptar la situación de suspensión de la actividad con la entrega a domicilio en las últimas semanas.

El sindicato agrario La Unió de Llauradors, matiza que serán los ayuntamientos los que finalmente den el visto bueno a la medida, para desbloquear el medio de trabajo de miles de familias. Una vez reguladas las condiciones de apertura de estos mercados por parte de la Generalitat, «ahora corresponde a los Ayuntamientos decidir o no su celebración, por lo que La Unió insta a los mismos a tener sensibilidad y comenzar a celebrar los mismos cumpliendo las normas que se marcan desde la administración autonómica».

Sólo se permitirán los puestos de venta de productos exclusivamente alimentarios y de primera necesidad, excluyendo hostelería y restauración. En la resolución aprobada por la Generalitat se establecen una serie de requisitos para esos espacios tanto en lugares cubiertos como no cubiertos, como es la delimitación con vallas o cualquier otro medio para limitar los espacios y evitar aglomeraciones. También se especifican otra serie de medidas complementarias basadas en el distanciamiento social y otro tipo de medidas higiénicas.

El sindicato agrario defiende que no tenía lógica la prohibición de los mercadillos de alimentación, mientras se dejaba a supermercados y grandes superficies «abrir sin ningún tipo de problema».

Actividad de la que dependen cientos de familias

Actividad de la que dependen cientos de familiasLa venta ambulante de productos alimentarios es una actividad que da sustento a centenares de familias en toda la provincia, y que tiene una especial significación en comarcas como la Vega Baja, donde los propios productores de frutas y hortalizas se encargan también de comercializarlas en diferentes mercadillos. Solo en Cox, por ejemplo, unas 200 familias se dedican a estas actividades, por lo que la prohibición de vender les había dejado sin ingresos desde hace ya prácticamente un mes y medio.

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