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El Consell utilizará las restricciones contra el covid para intensificar el cierre de prostíbulos

Ximo Puig quiere aprovechar las nuevas medidas, insiste en una ley abolicionista y reclama al Gobierno armas legales. La ministra de Igualdad, Irene Montero, pide por carta a las comunidades autónomas que clausuren los clubes de alterne

Un cartel anunciando el cierre de un prostíbulo de la provincia tras un brote hace unos días. axel álvarez

El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, quiere aprovechar las nuevas restricciones para frenar la expansión del coronavirus para intensificar el cierre de aquellos locales donde se ejerce la prostitución, si bien es consciente que para actuar necesita un margen legal que solo puede darle el Gobierno central. Y de ahí que ayer el propio Puig pidiera una reforma legal que avance en el abolicionismo de la prostitución.

Lo hizo en respuesta a la carta que la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha mandado a las comunidades autónomas, a las que pide que cierren los clubes de alterne. En su escrito la ministra de Igualdad pide «que no demos tregua a la explotación sexual, que no demos tregua a esa industria proxeneta que siempre permanece en la impunidad y en la absoluta opacidad. Se habla mucho de los derechos de las mujeres en contexto de prostitución pero no de las cifras de negocio».

Los contagios detectados en clubes de alterne de toda España y también en la Comunitat Valenciana ha puesto el foco en estos locales que, en realidad, la legislación prohíbe, pero que se camuflan al darse de alta con licencias de establecimientos de ocio nocturno o hostelería.

En teoría, la nueva normativa anticovid obliga al cierre de todos los locales de copas y ocio nocturnos, pero esta medida no afecta de igual manera a otros tipo de establecimientos dados de alta como bares, hoteles o residencias de estudiantes, que, en realidad, son prostíbulos.

Ximo Puig, afirmó que «los prostíbulos están prohibidos en la normativa, por lo que no se trata de cerrarlos». Para el jefe del Consell la prostitución es una cuestión que va «más allá de la pandemia» y que en su opinión se debe abordar. El presidente de la Generalitat explicó que se posiciona a favor de acabar con la prostitución y el «esclavismo que supone». Si bien recordó que el Consell «no tiene competencias» para poder actuar en esta cuestión.

No obstante, Ximo Puig explicó que tanto la Policía Nacional como la Guardia Civil hacen un «seguimiento especial» desde hace tiempo de los lugares en los que se puede ejercer esta actividad, y añadió que la Policía Autonómica va a prestar una «atención preferente» a los lugares en los que pueda haber un alejamiento del cumplimiento normativo.

Puig recordó que en España la prostitución no está prohibida como tal, como sí lo está el proxenetismo, y, por tanto, «hay espacios de carácter público o privado en los que se ejerce la prostitución». También insistió en que es un «firme partidario» de que se vaya cambiando la legislación para acabar con esta actividad.

El jefe del Consell precisó, finalmente, que con la normativa actual contra el coronavirus, «todas las actividades de ocio nocturno han de cerrar en un momento determinado y cumplir lo establecido», y destacó que «hay un compromiso de todas las fuerzas de seguridad de hacer que todos los establecimientos de ocio nocturno cumplan las medidas».

Antes de la pandemia, Ximo Puig encargó a su equipo el diseño de un plan para poder actuar contra los clubes de alterne dentro del estrecho margen de competencias autonómicas. En la misma línea, la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, planteó un control más estricto de estos establecimientos.

Pese a las limitaciones competenciales, fuentes del Palau de la Generalitat confirmaron que la idea es aprovechar la nueva normativa por la alerta sanitaria para intensificar el cierre de estos locales. Una de las vías es propiciar denuncias de entidades de mujeres donde se señale vulneraciones de la normativa sanitaria o situaciones de trata para dar pie a inspecciones policiales.

Bajan la persiana en Cataluña y Castilla-La-Mancha

Cataluña y Castilla-La Mancha fueron ayer las primeras comunidades autónomas en anunciar el cierre de los clubes de alterne como medida para evitar la propagación del covid. En Cataluña la consellera Alba Vergés aseguró que «era una incoherencia cerrar el ocio nocturno y mantener abiertos otros locales en los que se realizan actividades de este tipo». Castilla-La-Mancha incluyó el cierre de los prostíbulos en otro paquete de medidas contra el covid.

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