Ni un solo control en pleno Puente de la Inmaculada en los 652 kilómetros que separan Alicante y Burgos. Conductores que el pasado martes iniciaron viaje a mediodía por la operación de un familiar cercano en la ciudad castellana con un justificante del hospital en la mano para explicar el motivo de su desplazamiento completaron el trayecto en seis horas y media sin encontrar ni un solo operativo desplegado de las fuerzas y cuerpos de seguridad. Ni a su salida de la provincia ni a su paso por las comunidades de Castilla-La Mancha, Madrid y Castilla y León, todas ellas con medidas en vigor de confinamiento perimetral autonómico, provincial y en algunos casos municipal para frenar la expansión del coronavirus. «Ningún control un martes festivo en casi 700 kilómetros», criticó una de las personas que viajaron atravesando territorios.

La Delegación de Gobierno en la Comunidad Valenciana aseguró ayer que, a diferencia del primer estado de alarma en que la competencia era estatal por el mando único, en esta segunda alerta la Generalitat dirige la política del cierre perimetral del territorio autonómico. Las mismas fuentes señalaron que la Dirección General de Tráfico (DGT) organiza estos controles que realizan la Guardia Civil y la Policía Nacional. Sin embargo, la central de Tráfico en Madrid aclaró que las prohibiciones de desplazamiento entre territorios son ajenas a la DGT puesto que tienen que ver con el estado de alarma y no con la seguridad vial, y que Tráfico no establece los controles para vigilar que los conductores tengan una justificación para viajar aunque se colabore con la Guardia Civil. Los controles que despliega esta dirección general se limitan, explicó un portavoz, a dispositivos para vigilar la alcoholemia, el uso del cinturón de seguridad y que no se conduzca usando el móvil, entre otros.

La Conselleria de Justicia e Interior replicó que hay un cierre perimetral del territorio, que cada administración tiene sus competencias, y que en este caso la vigilancia corresponde a la Delegación de Gobierno a través de los cuerpos de seguridad del Estado. Es decir, de Guardia Civil y Policía Nacional, en coordinación, eso sí, con la Generalitat, que tiene adscrita la Policía Autonómica, «que no tiene competencias en esos controles», solo en la vigilancia de los aforos y horarios de los locales de restauración y ocio, en colaboración con las policías locales de los municipios. «Son los mandos de la Policía Local y de la Guardia Civil los que deciden dónde y en qué momento se ponen los controles, en función del tráfico y de las necesidades, en coordinación con la Generalitat», insistieron las mismas fuentes.

De cara a Navidad está previsto un refuerzo «donde se crea oportuno» dado que los desplazamientos entre territorios están autorizados para los días 23, 24, 25 y 31 de diciembre y 1 de enero.

Desde la Conselleria de Justicia e Interior apelan a la responsabilidad de la ciudadanía a la hora de entrar y salir de la Comunidad, aunque en general aseguran que no hay atascos masivos porque la gente se esté yendo fuera. «De todos modos, si alguien se escapa se arriesga a que le puedan pillar y a una sanción». Las mismas fuentes afirmaron que en la vecina comunidad de Castilla-La Mancha que hay frecuentes controles, sobre todo en Cuenca, donde los agentes piden la documentación.

Falta de personal

Precisamente los colectivos que representan a los guardias civiles y a los policías nacionales consideran imposible el control total de todos los accesos por carretera por las carencias de personal en las plantillas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado: aseguran que no hay efectivos suficientes para vigilar las 24 horas del día el perímetro vial de la provincia y de la Comunidad.

Francisco Javier García, responsable de la Asociación Unificada de Guardias Civiles en Alicante (AUGC), recordó que las vías de comunicación con las provincias limítrofes son diversas, entre caminos, trasvases, vías secundarias, principales, autovías y autopistas, de ahí que sostenga que es inviable controlar al 100% el cierre perimetral y con ello todos los desplazamientos.

«El personal que hay es el que hay, y se reduce con los turnos y con las vacaciones que tenemos como cualquier otro ciudadano. Se hacen controles aleatorios, presenciales, estadísticos y recaudatorios, pero efectivos al 100% es imposible porque no se pueden controlar todas las vías a todas horas», admitió. Para Navidad, García apuntó que se harán controles del cierre de la Comunidad con patrullas de distintas localidades, lo que les restará efectivos a las poblaciones. También causa desconcierto entre los agentes el concepto de «allegado» y la falta de un modelo oficial de justificante para los desplazamientos, «las excepciones quedan a criterio de los agentes. Si alguien dice que va a ver a su abuela que es mayor no se le va a pedir tampoco el libro de familia».

En la misma línea, David García, secretario provincial de la asociación Jupol Alicante de la Policía Nacional, dijo que habrá un refuerzo en Navidad pero que no hay suficientes efectivos para controlar todos los accesos a las distintas regiones. «No somos omnipresentes. Se puede controlar la entrada y salida de personas por vía aérea y marítima pero por vía terrestre es prácticamente imposible cubrir todas las carreteras de entrada y salida de la Comunidad Valenciana. Ante la falta de medios materiales y humanos, apelamos a la responsabilidad de la ciudadanía al ser (la pandemia) un problema de salud pública que nos afecta a todos».