El aumento de las restricciones a los viajes y a las reuniones de familiares y amigos esta Navidad, por el nuevo aumento de la incidencia del covid, va a provocar que el volumen de negocio del sector hostelero en la provincia de Alicante caiga un 60% respecto a las fiestas de 2019, lo que se traducirá en que restaurantes, cafeterías, bares, discotecas y pubs dejen de ingresar unos 400 millones de euros entre el pasado fin de semana, arranque de las comidas y cenas de empresa y el 6 de enero, con 3.000 trabajadores temporales que no serán contratados, según un informe de la patronal hostelera. La situación se agrava en el conjunto de la Comunidad Valenciana, donde se prevé que en los dos primeros meses de 2021 puedan cerrar alrededor de 10.000 establecimientos.

Hostelería de España -patronal a la que pertenece la Asociación Provincial de Hostelería- ha hecho público esta semana un documento en el que se recogen los principales datos y estadísticas del sector, en el que se detalla la evolución en la Comunidad Valenciana en una coyuntura marcada por la crisis económica derivada de la pandemia del covid. En 2019 la hostelería autonómica se mantuvo por encima de los 35.000 establecimientos y 182.350 personas. El nivel de facturación superó los 12.700 millones de euros, lo que se tradujo en el 6,8% del PIB.

Este año, los meses de inactividad casi total derivados de la declaración del estado de alarma en marzo, de las restricciones posteriores y las nuevas restricciones a partir de octubre, han supuesto un gran impacto en el sector, con un efecto letal sobre la economía, tanto en términos de producción, como de empleo y reducción del tejido empresarial. Los hosteleros no esperan una vuelta a los números anteriores a la pandemia hasta finales de 2021 o principios de 2022.

Mancebo, Toni Mayor, Nuria Montes y Mazón. INFORMACIÓN

El nivel de reservas actual de cara a las fiestas navideñas, teniendo en cuenta las restricciones en vigor y la posibilidad que estas sean endurecidas en los próximos días, lleva a que la facturación descienda un 60% respecto a los datos obtenidos en la pasada Navidad. La previsión es que los restaurantes y bares de la Comunidad dejen de facturar 1.080 millones de euros, lo que repercute en la contratación de personal, con una caída de 8.000 trabajadores.

Rebaja de impuestos

Por otro lado, el presidente de la Diputación, Carlos Mazón, trasladó ayer al presidente de Hosbec, Toni Mayor, la decisión de rebajar el recargo provincial sobre el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) con el fin de aliviar la carga financiera de empresas hosteleras y hoteles de la provincia. Durante el encuentro, celebrado en el Palacio Provincial, el presidente expuso los detalles de la reducción de más del 50% del recargo del IAE de cara al año que viene, «una medida inédita de la institución hasta la fecha con la que vamos a dejar este impuesto en apenas el 10% de recarga», avanzó Mazón, quien subrayó que ayudará a mantener «puestos de trabajo y a sobrellevar la complicada situación por la que están atravesando todos los sectores pero, especialmente, el turístico».

Para la Diputación, que actualmente cuenta con un recargo del 20’5%, supondrá una rebaja global de algo más del 50%, quedando en el 10% la cuota final para las cerca de 9.000 empresas de la provincia que se beneficiarán. Mazón explicó que hay una premisa muy evidente, y es que las administraciones «no podemos gravar el Impuesto de Actividades Económicas a quien no está teniendo actividad económica. Nuestro sector turístico y la planta hotelera en particular tienen un grave problema de actividad generado por la crisis», aseveró Mazón.

Los empresarios de las playas piden exenciones fiscales en Alicante

La Asociación Empresarial Playas Costa Blanca ha pedido al Ayuntamiento de Alicante que las empresas del sector se beneficien también de las bonificaciones y exenciones previstas para la hostelería para el ejercicio actual y para 2021, por ser un sector económico de los más perjudicados. El sector está viviendo un ejercicio desastroso con caídas de facturación acumuladas superiores al 90%. Además, las previsiones contemplan un inicio de temporada igual de malo que el cierre del actual y es cada vez más evidente que la evolución de las reservas del próximo verano para el sector turístico recuperará, con suerte, solo una mínima parte de sus ingresos por falta de turistas.