Cuatro de cada cinco ciudadanos consideran necesario un nuevo confinamiento para hacer frente a la pandemia de covid en la Comunidad Valenciana. Así se refleja en la última actualización de la encuesta realizada por el grupo de trabajo Data Science for Covid-19 de la Generalitat Valenciana, encabezada por la ingeniera alicantina Nuria Oliver, que muestra el incremento de personas que ven necesarias medidas más duras para doblegar el covid.

Según el estudio sociológico, un 44% de los participantes en la encuesta apuestan por un encierro similar al que la población española sufrió a partir de marzo del pasado año, cuando se decretó el primer estado de alarma por el descontrol de los contagios. Mientras, un 21% considera necesario un confinamiento, pero menos estricto que a principios de 2020, frente al 15% que sostiene que el encierro debe ser aún más severo. Los últimos datos públicos de la encuesta corresponden al pasado 15 de enero, justo antes de que el jefe del Consell, Ximo Puig, anunciase las últimas medidas, donde no se incluyó el confinamiento domiciliario que reclamaban desde Compromís. Entre las limitaciones decretadas hasta principios de febrero resalta el cierre total de la hostelería y el adelanto de la hora del comercio (a las 18 horas).

La encuesta también revela otros datos destacados en plena tercera ola, como que se ha duplicado en apenas un mes la población que ha estado en contacto estrecho con un contagiado. Es decir, que los vecinos de la Comunidad cada están más cerca de casos positivos. Las cifras son evidentes: un 21% de los ciudadanos entre 18 y 59 años reconocen haber estado en contacto estrecho con un contagiado, según la última actuación. La relación entre estos dos mismos grupos de edad con casos positivos era la mitad, un mes antes, justo después del puente de diciembre en el que empezó a torcerse la curva de contagios, era de un 10%. La situación en los más mayores (es decir, aquellos con edades por encima de los 60 años) es similar, pasando del 4 al 10%.

Por otro lado, la aceptación de la vacuna sigue creciendo entre los residentes de la Comunidad Valenciana. Después de tres meses seguidos preguntando por la inmunización, el porcentaje de población que se muestra favorable a las vacunas contra el covid va camino de triplicarse. En concreto, a mediados de octubre, fecha en la que se empezó a incluir esta cuestión en la encuesta promovida desde Generalitat, apenas el 29% de los ciudadanos apostaban por aceptar la doble dosis para hacerse inmunes al coronavirus. La situación ahora ya es otra. A mediados de enero, con los últimos datos del estudio sociológico, hasta un 80% se muestra favorable. De entre la ya minoría que rechaza la vacuna, la mayor parte (un 7%) asegura que es por temor a los posibles efectos secundarios, mientras que apenas un 4% se muestran conservadores (prefieren «esperar»). Por último, un 4% de la población se sitúa entre quienes mantienen que no confían en la «motivación» dada por el gobierno y quienes sostienen que no creen que sea «efectiva».

Por último, entre los datos llamativos de la última actuación de la encuesta resaltan las variaciones en la percepción del riesgo en actividades cotidianas. Todas las opciones que ofrece el estudio son, a ojos de los ciudadanos, cada vez menos seguras (la serie arrancó en mayo, coincidiendo con el desconfinamiento). Sólo un valor es hoy, pese a bajar en las últimas fechas, más seguro para la población que hace ocho meses: ir al colegio, que ha pasado de ser de bajo riesgo para el 9% al 27%, tras llegar a un máximo de 34%