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La actriz Núria García durante uno de los talleres de teatroterapia con un grupo burbuja del colegio Doctor Calatayud. | INFORMACIÓN

Apoyo emocional en el cole

Un millar de alumnos de siete colegios de Aspe siguen un taller de autoestima para combatir las secuelas de la pandemia, canalizando sus sentimientos con teatro y juegos - La iniciativa está resultando un éxito y también participan los profesores

Cuando sucede algo extraño e inesperado, puede convertirse de manera productiva en una oportunidad. Esta enseñanza del gurú Robert Poynton la está poniendo en práctica la concejalía de Educación en los colegios de Aspe. El fin que se busca es que los alumnos de Infantil y Primaria, niñas y niños de 3 a 12 años, puedan canalizar sus sentimientos y adaptarse a los cambios que la pandemia del coronavirus ha traído a sus vidas. Con tal objetivo se están desarrollando en siete colegios talleres dirigidos por profesionales terapeutas que trabajan las relaciones emocionales, así como la empatía y la autoestima, para convertir en retos creativos los problemas sobrevenidos con el covid-19.

Salvador Ronda, organizando un juego para que los alumnos expresen sus emociones. | INFORMACIÓN

«Consideramos muy importante apoyar a los más pequeños en estos tiempos tan complicados que están viviendo», ha señalado la concejala de Educación, Yolanda Moreno, recordando que «desde marzo de 2020 sus vidas han cambiado de forma muy significativa. Las medidas anticovid, los protocolos sanitarios, la supresión de las actividades extraescolares, la reducción de las ratios, los grupos burbuja y la situación que muchos de ellos viven en sus casas, con la pérdida de seres queridos, el temor al contagio, la falta de trabajo y los problemas económicos que sufren sus padres les afecta, aunque en muchas ocasiones los adultos no lo advirtamos». De esta reflexión surge una iniciativa que está ofreciendo muy buenos resultados tras haberse aplicado, hasta el momento, en siete colegios. Concretamente en El Castillo, La Paloma, Perpetuo Socorro, Vistahermosa, La Serranica, Virgen de las Nieves y el Doctor Calatayud. El director de este último centro, Daniel Verdú, calificaba la actividad de «muy necesaria para que los niños puedan gestionar sus emociones y aprendamos a aprender de los demás». También considera muy acertado que los profesores participen en los talleres junto a los alumnos. «Al colectivo docente la pandemia nos ha generado un estado de preocupación, saturación y estrés al que nunca antes nos habíamos enfrentado. Para nosotros no ha sido fácil realizar nuestro trabajo en las aulas con mascarillas, las ventanas abiertas en pleno invierno, los cursos mezclados y velando, en todo momento, por el estricto cumplimiento de las medidas sanitarias para evitar contagios entre nuestros alumnos y entre nosotros. Así que los talleres también nos han venido muy bien para liberar tensiones», afirma Verdú.

La actividad se ha dividido en tres fases: gestión emocional y relaciones afectivas para avanzar hacia las nuevas formas de relacionarse; la autoestima y empatía y, por último, las dinámicas teatrales y de improvisación para ayudar a adaptarse a los cambios ante la nueva situación y un nuevo escenario social. Y todo ello para conocer y valorar el lenguaje emocional y aprender a conocerse mejor a uno mismo, fomentar la confianza y el respeto del grupo, desarrollar las habilidades sociales y la creatividad, potenciar valores y el trabajo en equipo, ayudar a transformar los problemas en retos creativos, mejorar la escucha, la atención y la concentración, incentivar la toma de decisiones en función de los cambios del covid y, especialmente, aprender a resolver conflictos a través del teatro.

Los talleres se imparten todos los días, de 9 a 11 y de 12 a 14 horas, por grupos burbuja y al aire libre -en el patio o en las pistas polideportivas- sin contacto físico y manteniendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias. De impartirlos se encargan dos jóvenes actores de Art Crear, Núria García y Salvador Ronda, que se han especializado en la dimensión terapéutica y socializadora de las artes escénicas. «Cuando comenzamos en el colegio La Paloma pensamos que la experiencia podría resultar beneficiosa. Pero los resultados están siendo excelentes y han superado nuestras expectativas», ha explicado Ronda. Todos los ejercicios tienen un carácter «vivencial» y se basan en juegos con los que se trabajan los estados de ánimo para mejorar la relación entre los alumnos, y también de ellos con los profesores. Toda crisis siempre tiene un antes y un después. Pero mientras llega el final de la «pesadilla del covid» los escolares y maestros de Aspe aprenden a gestionar sus emociones de una forma divertida.

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